En Estados Unidos están acostumbrados a ver esqueletos decorar los jardines por estas fechas, pero los vecinos de New Port Richey, Florida se han visto horrorizados por la vuelta de tuerca horrible que le ha dado esta vecina, que no ha tenido mejor idea que decorar su jardín como si fuese un campo de concentración.
Esqueletos haciendo el saludo nazi con números de identificación en el brazo y la estrella de David en en pecho -algo que, por cierto, tampoco tiene el más mínimo sentido-, y carteles que rezan frases como "arbeit macht frei" (el trabajo os hará libres), frase que presidía la entrada a diversos campos de concentración como Auschwitz, Dachau o Groß-Rosen.
Obviamente, los vecinos se han horrorizado al ver la escena, especialmente teniendo en cuenta que hace solo unos días 11 personas murieran en un sangriento ataque a una sinagoga en Pittsburg, Pensilvania. Pero quizá lo más absurdo de la historia es la explicación que ha dado la mujer que ha ideado esta tremebunda decoración.
Y es que Susan Lamerton es judía, lo que hace todo aún más delirante. Y es que culpa de todo este delirio a un conflicto con la asociación de vecinos -algo relativo a las decoraciones de las casas-, conflicto que se ha alargado durante los últimos meses y no tuvo mejor idea que contraatacar exhibiendo la mayor muestra de antisemitismo posible.
Ella asegura que la asociación quiere quitarle la casa, y también que ha recibido amenazas de muerte por la decoración expuesta, pero que no piensa retirarla, asegurando que "tiene libertad de expresión". Aunque teniendo en cuenta que se trata de Halloween, es de suponer que no tardará en quitarla. Aunque nos da miedo imaginar qué tiene en mente para Navidad.