Todos hemos oído eso de que en los partidos de infantiles lo peor son los padres, que se toman los encuentros disputados por sus retoños como si se estuvieran jugando el destino de la humanidad contra unos extraterrestres con ganas de esclavizarnos, o peor aún, como si fuese la final de la Champions. Victoria o muerte.
Desconocemos si hay una gran rivalidad entre los Bow Street Magpies FC y el Ysgol Llanlar FC, en Gales, pero la tensión competitiva de algunos de los participantes de este encuentro sub-18. En concreto el portero de uno parecía no estar por lo que tenía que estar mientras el delantero rival armaba la pierna para lanzar un disparo digno de Mark Lenders.
Pero por suerte siempre están ahí los padres para asegurarse que siempre damos la talla. En este caso, con un empujón que le hizo caer en la trayectoria del balón. La araña de Cardiff.
La peor parte del asunto es que un delantero rival coge el rebote y acaba marcando. Así se va el padre, totalmente indignado
La duda que nos queda ante esto es… ¿es correcto dar un empujón a tu hijo de 8 años para que, básicamente, le den un balonazo? Explicado así la verdad es que no lo parece, pero igual si el padre de De Gea hubiera hecho lo mismo durante el Mundial nos hubiéramos ahorrado más de un disgusto.