Cuando estamos bajo presión, los seres humanos somos capaces de recurrir a las excusas más peregrinas. Cualquiera que no haya hecho alguna vez los deberes o que haya intentado escaquearse de una cena con los pesados del trabajo sabrá a qué me refiero. El perro se ha comido a mi suegra y todo eso. Sin embargo, Arthur Posey, a sus 30 años, puede haber ganado el Premio Nobel de las Malas Excusas.
Resulta que el amigo Arthur fue detenido el pasado martes tras amenazar, durante una fuerte discusión con los trabajadores, con hacer volar por los aires un local de comida rápida de la cadena Willie’s Chicken Shack. Sin embargo, al ser detenido comenzó a insistir en que se trataba de un terrible malentendido.
La idea de hacer frente a dos cargos de falsa amenaza de bomba no le hizo excesiva gracia a nuestro campeón, que empezó a maquinar cómo salir de ese lío. Y para ello básicamente soltó lo primero que se le pasó por la cabeza. Así, dijo a los policías que lo único que dijo era que "iba a volar por los aires el cuarto de baño", refiriéndose de manera, tal vez exagerada, a la presión intestinal que sentía en ese momento.
Claro que la versión que dieron los testigos del restaurante no es exactamente la misma y en ningún momento dice nada del cuarto de baño. Según explicó el encargado, Posey entró en el restaurante sobre las 7 de la tarde y preguntó a la mujer que le recibió la hora a la que cerraban. Cuando ella contestó que no lo sabía, él supuestamente contestó "pues vais a cerrar ahora mismo porque voy a ir a coger una bomba y a volar este sitio por los aires".
Ante tal comentario, el encargado llamó a las autoridades, que detuvieron al hombre, momento en el que la bomba se convirtió en los intestinos. El próximo 29 de noviembre será sometido a una evaluación mental antes de que se fije la fecha del juicio.