Las claves de un doble asesinato perpetrado en enero de 2017 podrían estar en la memoria de Alexa, el asistente inteligente de Amazon. La muerte de Christine Sullivan y Jenna Pellegrino, de 48 y 32 años, tuvo lugar en New Hampshire, al noroeste de Estados Unidos. Las dos fueron apuñaladas en la casa donde una de ellas vivía con su novio.
La primera recibió 43 puñaladas en el dormitorio y todo apunta a que la segunda encontró la muerte en la cocina. Justo allí se encontraba instalado el dispositivo, que podría haber despertado de su letargo con alguna de las palabras clave, de modo que Alexa es el único testigo. El problema es que Amazon no está por la labor de entregar los datos que hayan podido grabarse.
Recoge The Washington Post que la empresa "prioriza la privacidad del consumidor" y "no divulgará la información del cliente sin una demanda legal válida y vinculante que se nos haya entregado correctamente".
Un móvil relacionado con la droga
El sospechoso por el doble asesinato es Timothy Verrill, que vivió durante un tiempo en la casa. La Fiscalía defiende que el acusado, relacionado con la venta de drogas, creyó que Pellegrini era una confidente de la policía y así se lo contó a un amigo. La vivienda estaba siendo filmada con cámaras porque los agentes sospechaban que podría llevarse a cabo una operación de tráfico de estupefacientes y grabaron a Verrill en el lugar tapando varias cámaras. Después habría apagado todo el sistema de seguridad.
Con Verrill detenido, Alexa pasó a ser una prueba de máxima importancia para la policía. El juicio comenzará en mayo de 2019 y el juez que instruye el caso afirmó en el Post que "el tribunal considera que existe una causa probable para creer que los servidores o registros mantenidos con Amazon contienen grabaciones hechas por el altavoz inteligente de Echo desde el 27 de enero hasta el 29 de enero de 2017, y que dicha información contiene evidencias de delitos cometidos, incluido el ataque y la posible retirada de los cuerpos de la cocina".
El mismo medio recuerda que "Amazon no busca obstruir la investigación legal, sino proteger los derechos de privacidad de sus clientes cuando el Gobierno está buscando sus datos, especialmente cuando esos datos pueden incluir contenido protegido por la Primera Enmienda". Ya en 2015 Apple se negó a desbloquear el teléfono del terrorista de la matanza de San Bernardino y se negó para proteger la privacidad de su cliente. Así que Alexa podría guardar este secreto para siempre.