A estas alturas habrás visto decenas de versiones del meme de la chica de la discoteca, una foto tan icónica que sirve casi para cualquier tipo de chiste en las redes sociales. A primera vista, parece que la chica no puede evitar la cara de asco por algo que le estaba diciendo su interlocutor, que muchos le dieron el papel del típico pesado que intentaba ligar con ella.
Ahora al fin podemos saber de primera mano qué se le pasaba por la cabeza a esta joven de 18 años que se llama Lucia Gorman. Lo ha contado en esta entrevista, donde explica que todo sucedió en una discoteca de Edimburgo durante una noche de copas con sus compañeros de clase. Fue el fotógrafo David Wilkinson quien disparó para las redes sociales del Opal Lounge y un conocido de la chica, Jacob Welner, el primero en fijarse en las múltiples posibilidades que tenía la imagen:
A partir de ahí, la historia nos la sabemos todos. Sin embargo, Lucia ha aclarado que no recuerda exactamente qué es lo que le contaba su compañero al oído porque lo único que quería era irse a dormir. "Toda mi familia, al ver la foto, dijo que es mi típica expresión de cuando algo que me dicen me da absolutamente igual", dijo, agregando que "hubiera dado igual que me estuviera hablando de mascotas, de música electrónica o del Brexit, ¡habría desconectado de cualquier manera! ¡Quería estar en mi cama!".
La joven reconoce que se ha reído mucho con algunas de las frases que acompañan a la imagen, pero también afirma que ha llegado un punto en el que no entiende ni la mitad de los chistes.