El pasado 7 de noviembre el aventurero televisivo Frank Cuesta publicaba un tuit en el que relataba, muy por encima y sin ofrecer detalles, una dura experiencia que acababa de vivir junto a su cámara. Explicaba que estaban intentando destapar a unos traficantes de animales que trabajaban para llevarlos ilegalmente desde África a Europa pero "todo salió mal". "Mi compañero y yo estuvimos a punto de ser ejecutados y la verdad es que aun no sé cómo salimos de allí vivos", escribió.
Sin profundizar, pero asegurando que había pasado cuatro días en el hospital, Cuesta reflexionaba sobre su profesión y los riesgos que entraña. "Creo que llega un momento en el cual hay que cambiar el chip y decir 'que lo haga otro'", reconocía. Ahora, el español afincado en Tailandia ha querido poner el broche de oro a su 2018 recordando aquel duro momento con las imágenes del suceso.
Cuesta ha publicado un vídeo en su canal de YouTube este miércoles en el que pretende hacer balance de su labor durante este año, destacando que ha recuperado un total de 587 animales y ha podido liberar a 562 sin recibir ninguna subvención ni tener patrocinadores y asegurando que la inversión realizada por su parte asciende a 71.000 dólares (unos 62.400 euros).
En las imágenes se pueden ver a varios de los animales que ha rescatado y los cuidados que han recibido por su parte, al tiempo que insiste en que "no es tan fácil" y que se trata de un "trabajo duro, pero, sobre todo, peligroso". Es entonces cuando presenta la secuencia del tiroteo, a partir del minuto 3:30, explicando que está grabada en Laos con cámara oculta, en las instalaciones de unos traficantes de nutrias.
Cuando parecía que habían mordido el anzuelo y Cuesta tenía sus pruebas, un segundo traficante irrumpe en la escena con una pistola. El aventurero se lanza sobre él, se escucha un disparo y el cámara cae al suelo. Lo siguiente que se ve es el rostro ensangrentado del español intentando levantar a su compañero:
Consigue llevarlo hasta el coche, donde el hombre admite que no se encuentra bien y que el disparo le ha alcanzado un brazo. Sin embargo, el vídeo de Cuesta acaba lanzando un mensaje de esperanza. Y es que admite que ver de nuevo libres a los animales en su hábitat hace que todo haya merecido la pena.