En apenas un año y medio, Fornite se ha convertido en un fenómeno mundial sin igual, como solo puede serlo algo que es gratuito. Para quien no sepa de qué va, se trata de un juego en línea en el que básicamente 100 jugadores se enfrentan a tiros en un enorme escenario y solo puede quedar uno mientras el área jugable va haciéndose más pequeño.
Jimmy Kimmel, uno de los reyes de la noche televisiva americana ha querido tocar un poco las narices a los chavales llamando a un reto: apagar la televisión en plena partida. Para entender la gracia hay que recordar que se trata de un juego en línea, donde compiten a través de Internet con otras personas en partidas que duran entre 20 y 30 minutos. Esa es la razón por la que no se puede pausar.
Y claro, algunas reacciones son estelares:
No sabemos cuál es el mejor, si el chico que cree que ha sido el bebé o la madre que no encuentra el botón en la tele. Mi reino por un mando a distancia.
Y, claro, ya han salido algunos crueles imitadores:
Ojalá se ponga de moda. Es lo mejor que habría dado Fornite a este nuestro mundo.