Aunque todavía estamos muy lejos de vivir en un mundo donde las mujeres puedan salir a la calle libremente y sin miedo, tenemos que celebrar que cada vez hay menos silencio cómplice por parte de la sociedad. Ante una agresión, un abuso o un acoso ya no se da la callada por respuesta, sino que se alza la voz, como han hecho los pasajeros de este tren en Buenos Aires al descubrir que un anciano estaba tomando fotografías de una menor.

Ocurrió en el tren Urquiza de la capital argentina. Los pasajeros se percataron de que el señor le estaba sacando fotos a escondidas a la menor que viajaba a su izquierda y la reacción no se hizo esperar. Le exigieron que las borrara porque no tenía el permiso de la joven para retratarla y sus intenciones parecían obvias. Sin embargo, no contaban con la actitud chulesca del señor, que se enfrentó a todas las acusaciones.

El hombre, lejos de recular, les plantó cara con una serenidad pasmosa. "No sos mi dueña", les contesta a las mujeres que le están increpando. No contento con eso, y negándose a borrar la foto, arguye que la culpa es de la vestimenta de la joven porque "sigue en bolas". Finalmente la Policía se persona en el vagón y lo intenta arrastrar hasta la salida. Es ahí cuando él opta por la vía más ridícula de todas teniendo dos infartos exprés:

¿Puede ser esta la peor parodia de un infarto de la que se tenga conocimiento? Desde luego un Oscar no se lo van a dar. Fue una de las mujeres presentes durante la pantomima del acosador, Yanina Sofía Scavone, quien subió el vídeo a las redes sociales el pasado 11 de diciembre y ahora ya cuenta con más de 1,2 millones de reproducciones.