Consejo de profesional: nunca te metas con Arturo Pérez-Reverte. En directo, no sabemos, pero en Twitter es un robot sin alma dispuesto a descuartizarlo todo, a menos que seas un perrete, entonces se le cae la baba y te da retuits. La cuestión es que su última víctima ha sido un pobre diablo que se confundió e incluso pidió disculpas. Eso no quita que el escritor le sugiriese que se "queme el ciruelo", que no descartamos que sea algún extraño ritual de paz de alguna tribu lejana.
Todo comenzó con un tuit de Carlos Herrera en el que se le veía con Salvador Sostres, Juan Carlos Girauta y Arcadi Espada, a punto de acabar ellos solitos con media población de las Rías Baixas. Al comentario solo le faltaba el lacito amarillo:
El comentario molestó incluso a Carles Puigdemont -¿Os acordáis de él? Era aquel President de la Generalitat del pelo raro, el que proclamó y no proclamó la República de Schrodinger y que luego se fue a Waterloo-, que no debía tener mucho que hacer en el olvido y tuiteó al respecto.
La cosa es que el mensaje de Carlos Herrera también llamó la atención de un tuitero que tuvo la desgraciada idea de contestar diciendo que iba a quemar todos sus libros, etiquetando a Reverte. Muchas personas hubieran ignorado. Pero no Pérez-Reverte:
Y es que, realmente era para preguntarse qué tenía que ver él en todo aquello. La llamada de atención hizo que el tuitero se fijase mejor, ante lo que exclamó "Hostia, es verdad, es el puto Herrera! Mis sinceras disculpas". Y es que quién iba a decir que en una foto publicada por Carlos Herrera iba a salir Carlos Herrera.
Y Reverte, de forma caballerosa, aceptó las disculpas. Pero no sería Reverte si no...
El tuitero eliminó sus mensajes, pero la magia de Twitter ya hizo las debidas capturas:
También hay que decir que no tenemos claro que las instrucciones de Reverte sean del todo realizables, ya que el nombre de usuario es @gatambbotes, es decir, gata con botas en catalán. Gata, de lo que se deduce que, posiblemente, lo que viene siendo ciruelo no tiene.
Pero siempre le quedará poner brilli brilli donde pueda.
Moraleja: no etiquetes a Pérez-Reverte donde no toca.