Ya se ha acabado la Navidad y es necesario ir volviendo poco a poco a las rutinas. Lo primero que toca es retirar todos los adornos navideños de la casa y, por supuesto, también el árbol. Si se trata de un abeto artificial, lo meteremos en su caja y al desván de nuevo. Sin embargo, si es de verdad, podremos plantarlo o llevar a cabo la original idea que han tenido en este zoo de Berlín.
En Tierpark, uno de los dos zoológicos situados en la capital alemana, mantiene la tradición de alimentar a algunos de los animales que viven en su interior con los árboles de Navidad que las distribuidoras no han vendido durante las fiestas. Se trata de abetos "frescos y que no se han vendido, que reciben de proveedores seleccionados y no de particulares", explica Daily Mail.
Así, evitan que puedan contener sustancias químicas o restos de la decoración. En las imágenes distribuidas por el zoo en su cuenta de Twitter vemos cómo los elefantes gozaron comiendo las ramas verdes de los abetos, mientras los monos picaban las verduras que estaban decorando el suyo y los tigres aprovechaban los trozos de carne cruda que les escondían en ellos:
Estas gominolas navideñas llegaron al zoo el pasado viernes 4 de enero para que los animales disfrutasen de un piscolabis festivo en toda regla.