Drama en el Starbucks: esta propuesta de negocios no pudo salir peor
En la Jungla. Un emprendedor mexicano pensaba que podría liar a un cliente con sus revolucionarios métodos para hacerse millonario. Pero todo lo que le podía salir mal en la propuesta le salió aún peor.
10 enero, 2019 13:43El Starbucks se ha convertido en una especie de centro simbólico de la vida moderna. ¿Eres un escritor moderno? Tienes que ir allí a escribir con tu MacBook lleno de pegatinas. ¿Eres un emprendedor emprendedor? Tienes que tener tus reuniones allí.
El problema de esto último es que si eres un emprendedor listillo que cree que va a poder torear a un cliente todo el mundo se va a enterar y acabarás protagonizando un hilo de Twitter. Como este crack, que empezó la reunión con esta cara:
Y la acabó con esta:
Así fue su descenso a los infiernos desde un Starbucks mexicano:
Fui testigo de una de las historias de pitch de negocios en Starbucks más tristes de la historia. Por respeto a los involucrados, solo me referiré a los protagonistas como el emprendedor y el cliente.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Me rompió el corazón.
Estando yo sentado en la terraza, presencié todo "first row".
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El primero en llegar a la cita fue el emprendedor. Joven. Calculo unos 25-27 años. Saco mamador gris con cuadros azules. Peinado perfecto. Pantalón skinny. Zapato impecable. Macbook, iphone X. Ya saben... the works.
A los 10 -15 minutos llego "el cliente". Look despreocupado. Jeans. Playera. Peinado casual, pero no descuidado. Tenis. Mochila al hombro.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Se saludaron, y entraron al lugar por un café.
Salen cada uno con su mocha machiatto triple shot y todo el tema. Y se van de lleno a hablar del negocio.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El emprendedor le dice, que a su corta edad, ha logrado mucho más de lo que nunca se habría imaginado. (Por eso creo que tiene menos de 30). El cliente lo ve con interés.
El cliente le pregunta "¿en qué ha consistido tu éxito?"
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El emprendedor le responde:
"En tres cosas: paciencia, insistencia y consistencia"
AAAAAAYYYWWWWWEEEY
(este fue el momento en el que realmente captaron mi atención)
El emprendedor le dice, que en su método, cualquiera puede triunfar. Pero, que si le echas un poco de análisis y conocimiento, puedes llegar a ser millonario, rápido.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El cliente lo ve con ligera duda. Se aleja un poco recargándose en el cómodo sillón del Starbucks.
El emprendedor añade: "esto es una combinación de cosas, pero principalmente un tema de entender los mercados. Ya sabes, desde la bolsa y forex, pero también de criptomonedas"
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Confieso que en ese momento dejé lo que estaba haciendo, y me dediqué a escuchar sin pudor. Not sorry.
El cliente le dijo: "oye, pero eso del bitcoin, ya se demostró que no funciona, ha perdido casi el 70% de su valor en sólo un año".
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Vale madre, tenemos un cliente educado. Pensé.
El emprendedor le revira: "Sí claro, pero eso no significa que no puedas aún ganar"
Buen revire.
El emprendedor dice: "Algunos, como quizás sea tu caso, empiezan apostando poco. Son conservadores, ¡Y está bien!"
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
¡Ah! La vieja técnica del reto...
"Pero los que más ganan, son los que arriesgan y se animan a pensar *fuera de la caja*"
El cliente frunce ligeramente el ceño.
El cliente, responde al reto: "Bueno, platícame pues, de que se trata."
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El emprendedor le dice: "Como seguramente te dijo Luis... " (Supongo que fue quien lo refirió) "... somos una sociedad de inversión. Prácticamente tomamos el dinero de otros, y lo hacemos crecer"
WORALES!
Continúa el emprendedor: "La realidad es que esto inició como un tema de amigos. Privado. Ganamos muchísimo dinero. Pero luego nos dimos cuenta que nadie tenía nuestro método. No los bancos, no las casas de bolsa. Nadie."
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El cliente levanta una ceja. Parece que no le cree mucho.
El cliente le pregunta: "¿Y cuál es ese método?"
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Noto que, el cliente está algo escéptico.
Replica el emprendedor: "Es complicado de explicar, más si no tienes conocimientos de finanzas"... pero interrumpe el cliente:
"SOY MASTER EN FINANZAS"
BOOOOM!
El emprendedor está en aprietos... se pone nervioso. Empieza a sudar. Literal.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
"Ah, bueno. Nos vamos a entender perfectamente. Pero mira, déjame decirte que sólo el año pasado, logramos rendimiento de más del 50% con algunas *herramientas*"
"No mames..." le dice el cliente.
"Nadie te ofrece esos rendimientos"... añade el cliente.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Jiusten, perdimos al cliente. Repito, LO PERDIMOS.
"Nosotros sí", dice el emprendedor.
"¿Cuál es el método, pues?" insiste el cliente.
"Ah, claro, diversificamos portafolios en inversiones de alto riesgo"
"¬¬"
El cliente se fue. Escucha al emprendedor balbucear; se nota que su mente se va a un happy place.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El emprendedor añade: "Es cosa de abrir un contrato, tu nos depositas la cantidad que quieras mover, y nosotros empezamos a depositarte tus rendimientos de forma mensual"
(PONZI!)
El cliente se levanta. El emprendedor detrás de él. Le dice con completo desinterés: "ok, mándame la info por mail"
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
"Ok ok" dice el emprendedor.
Se dan la mano, y se dirigen a la calle a sus respectivos carros.
Oh sorpresa, los carros están uno detrás del otro.
El cliente se sube a un flamante Mercedes Benz, nuevo. Si no me falla el ojo es un CLA. Negro todo él. Impecable. Recién lavado.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El emprendedor se sube a un viejo Subaru. Verde olivo. Chocolate. Si le hago un favor, es del 2001.
La cara de sorpresa del emprendedor es dolorosa
El emprendedor intenta decir algo. El cliente lo interrumpe de forma abrupta con un grito:
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
"!NO, PUES SÍ SE NOTA QUE GANAS 50% SOBRE INVERSIONES¡"
Todos escuchamos el corazón y el autoestima del emprendedor caer echos pedazos al pavimento.
El emprendedor ve hacia el piso.
El emprendedor intenta revirar con alguna palabra. Algo que salvara lo poco de dignidad que le quedaba.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
Y lo vuelve a interrumpir el cliente:
"DILE A LUIS QUE SE DEJEN DE CHINGADERAS Y EMPIECEN A TRABAJAR COMO GENTE DECENTE"
DEEEEJALO, YA ESTÁ MUERTO, PENSAMOS TODOS.
El cliente se sube a su carro. Lo prende. Ruge más cabrón que Mufasa, Se aleja.
— Juan Burgos (@juanburgos) 8 de enero de 2019
El emprendedor quiere llorar. Lo juro que quiere llorar. Se sube a su Subaru. Se toma un par de segundos en arrancar el carro. Menea la cabeza a los lados. Se va.
Fin.