Una de las cualidades que más nos engancha y, también, nos sorprende de las redes sociales es su capacidad para hacer que nos sintamos acompañados en las cosas más inverosímiles. Todas esas manías, experiencias, percepciones o ideas que pensábamos que nos hacían únicos (y un poco tarados) vemos que no son precisamente de nuestro patrimonio, sino que hay muchas más personas que lo comparten.
Pues bien, el último hito en esta descubierta común a través de Twitter nos hace volver a nuestra más tierna infancia. A ese colegio de Primaria cuyas clases, que se antojaban eternas, nos valían para hacer todo tipo de cosas, además de atender a la profesora, por supuesto. Que si el tres en raya, que si esas cadenetas que se dibujaban en la cuadrícula, que si nos clavamos un lápiz y le damos vueltas... Esas cositas.
Si eres de estos últimos y todavía luces un punto gris en alguna parte de tu cuerpo, no te preocupes, los tatuados involuntarios son muchos más de los que podrías haber pensado. Niños de todo el mundo que llevan la marca de un Stabilo en alguna parte de su cuerpo como si fuese una señal carcelaria. El tuitero Los (@Los_Writer) ha abierto la veda para que seamos conscientes de la universalidad del estigma de grafito:
Más de 14.000 retuits y decenas de fotografías de esas marcas infantiles que no se borrarán:
Aunque sean muchos los que se han hecho la marca a sí mismos, también conviene recordar en este punto a aquellos que lucen el tatuaje de grafito gracias a algún compañero graciosillo que, sin haberlo planeado, les ha dejado una huella para siempre.