La Conferencia Internacional de Terraplanistas (FEIC en sus siglas en inglés), está organizando un crucero con el objetivo de llegar a los límites del planeta, a ese gran muro de hielo que creen que rodea la Tierra. Lo están planeando con la vista puesta en el 2020, un año que pasará a la historia de esta gente después de llevar a cabo "la aventura más grande, más audaz y la mejor hasta la fecha". Lo que no saben, quizás, es que se van a llevar un pequeño chasco; pero oye, ¿quién diría que no a un viajecito en barco de lujo?
Y este spoiler no lo hacemos para cachondearnos de la gente que tiene fe en que nuestro planeta es plano, sino porque, como recoge The Guardian, la propia tripulación que los llevará a bordo deberían saber que sus pasajeros están equivocados para poder navegar. Así lo explica el excapitán de barco Henk Keijer al diario británico: "los barcos navegan basándose en el principio de que la Tierra es redonda. Las cartas náuticas se diseñan con eso en mente".
El marino recuerda que los equipos de navegación electrónica y GPS son pruebas irrefutables de que la Tierra es esférica, puesto que su tecnología está basada en los satélites que están en órbita a su alrededor. "Si fuese plana, tres satélites habrían bastado para proporcionarnos datos", sostiene Keijer.
Sin embargo, parece que esta gente hasta que no vea con sus propios ojos que el muro ese de hielo que indica su peculiar fin de pista no existe, no podrán estar tranquilos. Su creencia se basa en la teoría de que la Tierra es un disco gigante rodeado de "una barrera de pared de hielo: la Antártida", algo a lo que han llegado después de "una extensa experimentación, análisis e investigación".
Defienden que las "agencias espaciales del mundo" nos han convencido de otra cosa motivados, precisamente, desde la época de la Guerra Fría y la carrera espacial: "La URSS y los Estados Unidos estaban obsesionados con ser los mejores en llegar a espacio hasta el punto de que cada uno fingía sus logros en un intento por seguirle el ritmo al rival". Deseando leer su cuaderno de bitácora.