Sevilla tiene un color especial, pero todo Andalucía tiene un acento especial. Y luego está la gente -no exclusivamente andaluza, que luego os ofendéis sin razón- que tiene demasiado tiempo libre. Y exceso de tiempo libre y acceso a Internet puede ser una terrible combinación. Así, alguien ha decidido crear un transcriptor de español a andaluz.
El funcionamiento es más simple que el mecanismo de un chupete. Básicamente funciona igual que el traductor de Google: tú escribes en una caja tu mensaje y en la otra te aparece escrito como lo pronunciaría un andaluz. Eso sí, te avisamos que hablado puede parecer gracioso, pero escrito parece klingon.
No, en serio, o sabes leer fonéticamente o lo que vas a ver parece el prospecto del ibuprofeno leído por Belcebú:
Y a la gente le ha encantado, claro.
Dudamos que quienes inventaron Internet tuvieran algo así en mente, mas este es el mundo en el que nos ha tocado vivir. Y nos encanta.