La ruina de ser un enfermo crónico viviendo en Estados Unidos
En la Jungla. Un español con Crohn ha relatado su experiencia en Estados Unidos conviviendo con la enfermedad y la sanidad de allí demostrando que aquí no estamos tan mal.
21 enero, 2019 22:11Quien nunca se haya quejado o haya criticado algún servicio de la sanidad pública de nuestro país que tire la primera piedra. Las listas de espera o los tremendos recortes sanitarios que dejan a los profesionales cargados de trabajo y sin los medios necesarios para desempeñarlo de la mejor manera posible son algunos de los blancos más comunes de nuestras críticas.
Sin embargo, lo cierto es que basta darse un paseo por algunos de los países que consideramos desarrollados para darse cuenta de que, a lo mejor, lo nuestro no es tan malo como nos parece. En el caso que nos ocupa viajaremos hasta Estados Unidos, un país donde la sanidad no es pública. O sea que, o te pagas religiosamente un seguro médico, o vas a tener que desembolsar dólares como un loco para la más mínimas prueba.
El tuitero Jaime Bartolomé, diagnosticado de Crohn en 1997, estuvo un año becado en EE.UU. para estudiar cine durante 1999-2000 y ha querido compartir su experiencia para demostrar que no es oro todo lo que reluce y eso que, como subrayó, "mi beca cubría un seguro médico bastante guay":
Como veo que muchos comentáis la sanidad de EE.UU dejadme que os cuente mi breve experiencia con Crohn viviendo allí un año.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Yo iba becado a estudiar cine y mi beca cubría un seguro médico bastante guay.
Me habían diagnosticado Enf de Crohn dos años antes así que... pic.twitter.com/kXm3pWpWWM
PEEEEEEEERO mi seguro guay no cubría enfermedades preexistentes así que ¡¡Cambio de planes!! ☹️☹️☹️☹️
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
A buscar una especialista de digestivo que me revisase durante mis 12 meses de estancia porque, además, yo tomaba 20mg de prednisona diarios y necesitaba receta.
Total, que encontré una doctora que me hacía un 50% de descuento y me revisaba cada dos meses aproximadamente.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
La revisión incluía palparme el abdomen, un tacto rectal y un análisis de sangre.
¿Cuánto diríais que costaba todo eso? (Hablamos de los años 2000-2001)
Entre 225 y 250 dólares (una vez aplicado el descuento, ergo 500 USD sin descuento) y todo desglosado concepto a concepto en una bonita factura.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Rectal exploration 50 USD
¡Había pagado a alguien por meterme el dedo en el culo! ¡¡¡Reto desbloqueado!!! pic.twitter.com/x4ugwOiRug
Viendo esos precios, me acerqué a una aseguradora a pedir presupuesto.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Mi perfil en ese momento:
Varón. 25 años. Enf de Crohn con afectación de duodeno y colon. Controlada con corticoides y 5 ASA.
¿El precio?
650USD AL MES por cubrir SOLO LA ENFERMEDAD DE CROHN
Y el seguro tenía una lista de limitaciones que ríete tú de la letra pequeña de una hipoteca multidivisa.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Máximo 3 días por año de ingreso hospitalario.
Máximo una colonoscopia al año (que si no, coge uno vicio y claro...)
Lógicamente me volví a España al acabar y, cuando vi a mi especialista de digestivo de la SS, la abracé muy fuerte.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
A día de hoy tengo afectación de íleon y colon y estoy bien gracias a un tratamiento inmunosupresor biológico que me ponen en el hospital de día cada 8 semanas.
Ese mismo tratamiento, en EE.UU, lleva un copago variable en función de la aseguradora.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Pero no acaba aquí la cosa: las aseguradoras RETRASAN DELIBERADAMENTE la aprobación de estos tratamientos para pagar menos.
Ese retraso supone meses de dolor e incapacidad a los pacientes.
Los médicos en EE.UU usan Twitter para presionar a las aseguradoras en casos de denegación injustificada.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Sí. Un médico. Usando Twitter para combatir la burocracia. No os creáis que he tenido que buscar mucho para encontrarla. pic.twitter.com/ViVd7oVK1V
En otras ocasiones adelantan ellos el importe del tratamiento para evitar que el paciente esté MESES esperando la aprobación de la aseguradora.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
¿Porque sabéis lo que pasa a un enfermo de Crohn al que dejas en brote muchos meses con sus tejidos ahí, bien inflamados?
Pues que su pronóstico a medio largo plazo empeora mucho.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
-Porque es casi imposible curar esas mucosas.
-Porque esa inflamación prolongada aumenta el riesgo de cáncer de colon.
-Porque si los tejidos no se recuperan, a veces hay que "recortar" e intestino.
En resumen, un enfermo de Crohn en España tiene acceso a tratamientos de primer nivel y su pronóstico y calidad de vida son mucho mejores que los de un paciente multimillonario en EE.UU.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Porque no es sólo la pasta: es un sistema diseñado en torno a evitar tratar al paciente.
Moraleja: cuando alguien os diga que Obamacare es una chapuza o que "no necesitan estás cosas", pensad en cómo lo puede hacer un trabajador de clase media para sobrevivir allí con una enfermedad crónica.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019
Por cierto, donde pone "Enf de Crohn" podéis sustituirlo por cualquier autoinmune crónica: artritis reumatoide, psoriasis, colitis ulcerosa, lupus, etc.
— Jaime Bartolomé (@jbartolomero) 20 de enero de 2019