La tristeza de morir solo descrita por una vecina avergonzada
En la Jungla. La tuitera ha compartido su reflexión después de que su vecino de abajo en un edificio de Barcelona falleciese solo y sin que nadie se enterase.
25 enero, 2019 19:44Otra de las consecuencias de vivir a toda prisa, de las jornadas que parecen no acabarse nunca, de no tener tiempo para casi nada es no conocer al vecindario. Vale que no queramos sabernos al dedillo la vida de todas las personas con las que compartimos portal pero, por lo menos, conocer sus nombres y sus circunstancias, un mínimo, vaya. ¿Dónde ha quedado esa cooperación necesaria entre vecinos a los que nos tenían tan acostumbrados nuestros padres?
A estas cosas no solemos darles demasiada importancia hasta que sucede algo que nos hace reflexionar. Y esto es, precisamente, lo que le ha ocurrido a una tuitera que vive en Barcelona, Sofía (@lasof_), que ha compartido este jueves cómo se ha sentido al descubrir que su vecino había fallecido solo en su casa y ni ella misma se había percatado.
Se lamenta, además, que tras seis años viviendo a pocos metros, no sabía casa nada sobre él.
Hoy se ha muerto mi vecino de abajo y la manera de encontrarlo me ha dado para reflexionar. No le conocía de nada, a pesar de llevar 6 años como vecina. Solo sabía (lo sabíamos toda la comunidad) que estaba solo. Completamente solo en la vida. Y así ha muerto. (Sigo el hilo)
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
No se sabe cuándo murió, quizá haya sido hoy, o fue ayer, o hace 3 madrugadas. Una mujer que le llevaba comida cada X días ha dado la voz de alarma al encontrar extraño que no atendiera el móvil ayer y que hoy no abriera la puerta.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
¡Sí, pasad, claro! - Les he dicho a los 5 bomberos que han llamado a nuestro timbre con el objetivo de acceder al piso del vecino a través de nuestro balcón (nuestro de alquiler, claro). Menuda lección de profesionalidad la de @BCN_Bombers , he alucinado.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
Han entrado los 5 ataviados con el look típico de los bomberos. Look que olía muchísimo a humo, olor que se ha quedado en casa toda la tarde. Ningún reproche, solo que era muy curioso.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
No solo han hecho su trabajo rápido y bien, si no que encima han sido muy educados y han actuado con gran delicadeza al saber que en casa había bebés durmiendo. Han saludado, han retirado la alfombra del comedor y han entrado por el balcón del vecino sin casi hacer ruido. pic.twitter.com/pBEFjzAVWK
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
He tardado horas en saber que el vecino estaba muerto. Y me ha dado mucha pena imaginarlo solo día y noche hasta morir. Sus cristales del comedor se veían desde la calle y estaban negros. Todos sabíamos que no debía limpiar la casa desde hacía años. Muchos.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
Vulnerable, casi impedido, mayor (no sé cuántos años), en condiciones higiénicas más que dudosas y solo. Y nadie de la comunidad nos hemos dignado nunca a ayudarle de alguna manera. Y me siento mal y me da por pensar en esta deshumanización de las ciudades.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
No tener a nadie, estar solo y sentirte solo en una de las ciudades más conocidas del mundo. Y morir solo. Y saber que te encontrarán cuando la persona que te trae comida lleve días sin poder dártela. Y que los bomberos tengan que entrar por el balcón de la vecina.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019
Y que descubran cómo has estado (mal)viviendo todos estos años. Que el olor de abandono traspase la puerta y se expanda por la escalera. Mucha pena, mucha verguenza propia y ajena. Muchísima.
— sofía_ (@lasof_) 24 de enero de 2019