Después de Thriller no había nadie capaz de parar el ascenso meteórico de la carrera de Michael Jackson. Corría el año 1984 cuando el joven cantante firmó su primer contrato millonario para promocionar una conocida marca de refrescos: Pepsi. El mayor acuerdo comercial sellado hasta la fecha entre una empresa y un artista.
Jackson tenía que grabar un spot en el que saliese cantando y bailando para después pegarle un buen trago a una refrescante botella de refresco de cola y, precisamente, la fecha de grabación del anuncio se fijó para el 27 de enero. Así que tal día como hoy, hace 35 años, unas 3.000 personas abarrotaron el auditorio Shrine de Los Ángeles para arropar al artista como figurantes.
Sin embargo, algo se torció y a punto estuvo de suceder una auténtica tragedia. Michael Jackson comenzó a bailar sobre el escenario, vestido con ropa oscura y con las chaquetas de pedrería que solía lucir por aquel entonces, pero un fallo con el espectáculo pirotécnico provocó que una llama prendiese en el pelo del cantante, que siguió con el show durante unos segundos sin darse cuenta.
Un millón de dólares por la negligencia
"Caí al suelo tratando de sacudirme las llamas. Después todo fue caos y locura. Los directivos de Pepsi estaban aterrorizados porque sabían que yo estaba en todo mi derecho de demandarlos. Tenía quemaduras de tercer grado hasta el cráneo. Pero no hice nada. Ellos me dieron un millón de dólares que yo doné después a un centro de quemados porque quedé muy conmovido cuando conocí a los otros quemados en el hospital", explicó el cantante.
Jackson aseguró también que "el incidente generó mucha publicidad para el anuncio y se vendieron más bebidas Pepsi que nunca". Su entorno confirmó después que, a partir del accidente, el cantante empezó a tener miedos y paranoias, así que varios medios estadounidenses no dudaron en señalar que este suceso fue el inicio de su adicción a los calmantes, analgésicos que consumía para rebajar la tensión.
Aunque las cámaras captaron, como es lógico, el suceso en toda su magnitud, las imágenes no se hicieron públicas hasta el 2009, cuando US Weekly las publicó en exclusiva. Aun así, este incidente todavía no ha trascendido de la misma manera que otras de las hazañas del Rey del Pop.