Todo empezó con la flamenca y la caca con ojos. Los emojis se han convertido en una parte integral de nuestro lenguaje escrito gracias muy especialmente a la omnipresencia de Whatsapp. Estas caritas están gestionadas por el consorcio Unicode (que incluye desde grandes tecnológicas como Apple o Google a representantes de organismos como el Ministerio de Asuntos Religiosos de Arabia Saudí), quienes estudian propuestas y las aceptan. Gracias a ellos puedes enviar una carita desde un teléfono Android y se puede ver en un ordenador Windows.
Esta nueva remesa de emoticonos está dominada por la inclusión en su parrilla de personajes con discapacidades: personas sordas o en silla de ruedas. En los últimos años se ha hecho un notable esfuerzo por introducir todas las razas y sexos entre los moñecos de Whatsapp, incluso distintos colores de pelo como los pelirrojos dejaron de ser excluidos.
Ahora tenemos hasta el perrito guía. Sin embargo es muy posible que el que más juego dé de todas las nuevas incorporaciones sea otro:
Un 'emoji' para los micropenes
El nombre que le han dado es "mano pellizcando", pero lo cierto es que no parece que esté haciendo un pellizco, sino que más bien parece que esté señalando algo muy pequeño. Y claro, Internet está lleno de gente malpensada.
"FINALMENTE, un emoticono para las pollas pequeñas".
Y es que ahora las usuarias de Tinder que se lleven un susto en el momento que den su Whatsapp a ese tipo que parecía majo pero que en realidad es un cerdo tendrán armamento nuclear para responder:
"La comunidad de los fotopenes no solicitados está en pánico".
Aunque oficialmente llegarán en marzo, lo más probable es que no llegue hasta nuestros dispositivos hasta unos meses más tarde, quizá hasta octubre, con las nuevas versiones de iOS y Android. Hasta entonces tendrás que usar gifs para sobrevivir: