Ser la enfant terrible del independentismo catalán en los tiempos que corren no es gratis y bien debería saberlo Pilar Rahola. Los ojos y oídos de medio mundo están sobre cada una de las palabras que pronuncia, bien sea sobre su tema favorito o sobre otros en los que está lejos de estar tan versada.
La última polémica la ha protagonizado en El món a RAC-1, la tertulia matinal de la radio pública catalana, donde ha presumido de cultureta al afirmar que vio en el cine el clásico de cine ruso El acorazado Potemkin, dirigida en 1925 por el cineasta soviético Serguei Eisenstein.
Ha sido en el transcurso de una charla sobre el cine aburrido, en el que se mencionaba el coreano y el iraní y estaba de fondo la polémica sobre Roma, la gran perdedora de esta edición de los Oscar, que ha sido acusada precisamente de eso por muchos de sus detractores.
Justo en ese momento, Rahola ha recordado que ella vio El acorazado Potemkin en la primera fila del cine Capsa, hace 40 años y sin entender nada. "Escucha, Antonio", le ha espetado a su compañero de ideología el exdiputado de la CUP y periodista Antonio Baños, "que la vi en ruso, ¡en ruso!".
Y es entonces cuando Baños no ha podido evitar callarse: "¡Pero si es muda!", ha comentado entre risas. Rahola ha demostrado que la película no le había causado una gran impresión. "¿Es muda?", ha dicho. "¡No me acordaba ni de que era muda, imagina!", aunque luego lo remata: "Lo que recuerdo es que era muy pesada", ha dicho entre risas.
Pero más allá de eso, ha rematado su despiste con otro comentario: "¡La música sonaba en ruso!", ha dicho dos veces, por si no fuera suficiente con una.
En realidad, lo que dice Rahola no es tan descabellado, ya que la película -aun siendo muda, cuenta con sobretítulos y no sería raro que hace 40 años en un cine catalán dichos sobretítulos se proyectaran en ruso sin cambiarlos por unos en castellano o subtitularlos.
De hecho, así lo ha dicho la periodista, que ha añadido que además tradujo del francés una biografía de Einsenstein, aunque luego no recordara que hacía películas mudas.
El asunto ha traído cola en Twitter, con algunos usuarios muy enfadados con El periódico, que ha hecho una noticia sobre la divertida situación que se había vivido en la tertulia.
Otros han aprovechado para animar a Rahola a refrescar sus conocimientos sobre cine clásico ruso a pesar de desconocer el idioma y le han pasado un enlace donde se puede ver El acorazado Potemkin con intertítulos en castellano.
Y, como no,hay quien ha aprovechado para vacilar a Rahola con que no hubiera visto la película con subtítulos en catalán o incluso que estos no existieran en la época