Convertirte en la persona más odiada de un país no es algo tan complicado si recurres a los sentimientos que levanta el fútbol. El Real Madrid se jugaba más que el pase a la final de la Copa del Rey. Estando casi fuera de la lucha por la Liga en febrero y con una falta de contundencia muy preocupante de cara a la Champions, eliminar al Barça podía ser un consuelo menor, pero consuelo al fin y al cabo. Así lo demostró la actitud del público en la previa del partido.

Con la parroquia merengue tensa como cada vez que un tal Messi sale al césped del Bernabéu, un tifo no particularmente bonito -digno de un mural realizado por chavales de tercero de primaria-, se desplegó en uno de los goles. Y entonces el humorista Ignatius Farray, enfundado con una bufanda azulgrana, lanzó este tuit que no sería precisamente una oda al fair play:

Y viendo cómo se desarrolló especialmente la primera parte, el mensaje pudo haberse convertido en uno de esos tuits-bocadillo que tienes que comerte con patatas o sin ellas, ya que solo Ter Stegen impidió que el Madrid se fuera al descanso con ventaja en el marcador.

Bueno, no solo el portero culé, también Vinicius Junior, que después de convertir a Semedo en una mopa repetidas veces, falló como una escopeta de feria cuando lo tenía todo para marcar. No contento con el primer tuit, Farray decidió echar tabasco en la herida. Ya terminado el partido y confirmada la victoria culé, publicó un segundo mensaje:

Lo que técnicamente se llama hacer serrín del árbol caído. Las reacciones no se hicieron esperar:

Aunque también hubo quienes aplaudieron la trolleada. Los del Barça, claro.

Y visto cómo acabó el partido, algunos hicieron una propuesta de cómo se puede arreglar el tifo para que sirva el próximo sábado:

También hay que decir que no es la peor liada que ha hecho comentando fútbol... lo hizo en referencia a la expulsión de Jerome Boateng en el Alemania-Suiza del pasado mundial, partido que los germanos lograron ganar con un gol en el último minuto cuando jugaban con uno menos:

Que nos regaló algunos grandes memes:

Farray es un provocador de la vieja escuela, de los que les da igual todo y no tienen miedo a nada en esta época de los ofendiditos y los guardianes de la moral. De hecho, por atreverse se atreve hasta con Pérez-Reverte, el mismísimo Terminator de Twitter. Un ejemplo es la mítica respuesta que le dio a un horrible chiste que el escritor tuvo a bien contar:

Aunque peor fue aquella vez que tuvo que pedir disculpas por sus comentarios sobre las personas que sufren autismo:

Aunque posiblemente nada se equipare al terremoto que causó cuando el objetivo de sus chistes fue el feminismo. Lo hizo a raíz de este tuit de Dani Rovira, por el que fue acusado de machista:

Ignatius vio el charco y se lanzó en plancha. Tanto se lió que acabó por eliminar el tuit. "A ver... Todas las que tacháis a DANI ROVIRA de MACHISTA: no vais a encontrar novio en vuestra puta vida", escribió. Y es que haciendo amigos así, parece que no le vamos a casar en la vida.

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