Prácticamente no nos separamos de él. Nos acompaña allá adonde vamos, en ese compartimento de nuestra billetera destinado solo a esa pequeña tarjeta que nos identifica. Sin embargo, para la mayoría de los españoles, el Documento Nacional de Identidad (DNI) es un completo desconocido. Este sábado 2 de marzo el carné de identidad sopla 75 velas, un momento propicio para saber cómo nació, repasar su historia, recordar cuáles fueron sus diseños en todos estos años y derribar algunas leyendas urbanas que no pocos han dado por buenas.
Fue Francisco Franco quien, tal día como hoy pero en 1944, decidió que los españoles necesitaban un documento unitario que los identificase. Desde 1800 hasta entonces se expedían cartas de seguridad, cédulas de identidad y pasaportes interiores, certificados que podemos considerar los precursores del DNI. Las primeras no tenían fotografías, así que incluían una descripción física de la persona e incluso el precio en el dorso.
La idea de Franco se empezó a materializar en 1946. Fue el 10 de mayo de ese año cuando se convocó un concurso público en el BOE animando a los ciudadanos a que presentaran sus bocetos. ¿El premio? 30.000 pesetas que se embolsó Aquilino Rieusset Planchón, ganador de la convocatoria. El primer número, como no podía ser de otra manera en aquellos tiempos, fue el del jefe del Estado. A su mujer, Carmen Polo, se le asignó el número dos y a su hija Carmen el tres. El primer carné para un ciudadano de a pie se expidió en Valencia el 20 de marzo de 1951.
Diez años después, en 1961, se le asignaron a los futuros reyes, Juan Carlos y Sofía, los números 10 y 11. La Familia Real reservaría entonces todos los dígitos que van desde el 10 hasta el 99. Pero, pocos lo saben, la superstición hizo que se descartase el número 13. Ese sería el dígito que le habría tocado a la infanta Cristina, quien finalmente tiene el 14. El actual rey Felipe VI tiene el 15, mientras que sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, se adjudicaron el 16 y el 17.
Del carné verde al chip dual
Ese primer modelo de DNI, que estuvo vigente del 51 al 61, era de color verde y daba información más exhaustiva, como la profesión, el cargo o la situación económica del titular. También figuraba la firma del director en el reverso. El segundo modelo, que se usó del 62 al 65, ya era azul e incluía el grupo sanguíneo y el estado civil, pero desaparecía el sexo.
Desde 1965 a 1980 los españoles usaron un carné muy parecido al anterior, pero sin la firma del director. El cuarto DNI, que duraría hasta 1985, introducía el escudo constitucional, eliminaba los datos económicos y recuperaba el dato sobre el sexo. Hasta el 91 se usó una quinta versión del carné, que eliminaba la obligación de incorporar el estado civil, el grupo sanguíneo y la profesión. Ya establecía la caducidad de 10 años para los mayores de 30.
Fue el 12 de julio de 1990 cuando se se publicó la Orden Ministerial que regulaba el primer DNI informatizado de la historia de nuestro país. Este modelo sufriría, durante los 16 años en los que estuvo vigente, hasta tres modificaciones y cuatro en el caso de las Comunidades Autónomas con lenguas cooficiales. El primer carné electrónico nacía en 2006 y permitía por primera vez la conexión a los servicios telemáticos. Es el anterior al DNIe 3.0, el modelo que actualmente está en expedición desde 2015, con chip dual y la posibilidad de leerse por el móvil o las tablets.
Dos números de DNI iguales
Desde el Ministerio del Interior, donde se coordina la expedición de los carnés a través de la Policía Nacional, vigilan que los números que se asignan a los ciudadanos no se repitan; pero no siempre se ha conseguido. De hecho, recoge la Wikipedia, en 1992 había en España 200.000 personas con un número no único. Por eso, en los campos de identificación de las bases informatizadas, nunca se acepta el DNI como único dato.
Las leyendas urbanas que te has creído
Algunas se aceptan como ciertas y pasan de generación en generación, pero no por ello dejan de ser un mito. Uno de los más extendidos es que el número que aparece en los códigos del reverso en un extremo indica cuántas personas se llaman igual que tú. Falso. Se trata de un dígito de control de reconocimiento óptico para que sea leído por las máquinas. No, tampoco ha pertenecido a una persona fallecida tu número de carné aunque sea bajo. La numeración es perpetua y, de momento, parece que todavía queda mucha numeración en la recámara antes de empezar a tomar medidas desesperadas.
Tampoco figura en tu DNI una cifra que enumera tus antecedentes penales, vuelven a ser códigos ópticos. Y, sí, también es falso que los dígitos se asignen por provincia. De hecho, la Dirección General de Policía reparte un lote a cada comisaría y, una vez allí, se van repartiendo a medida que sea necesario.
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