Risto Mejide es conocido por no dar el más amistoso de los tratos a las personas con las que discrepa, siendo habituales las encerronas como con la que recibió a Arcadi Espada. La última en pasar por el Chester ha sido Olvido Gara, más conocida como Alaska, quien ya era un icono televisivo cuando Risto era poco más que un adolescente.
El publicista quiso llevar la entrevista a ese terreno que tanto le gusta, sacando el "vínculo con la derecha" de la cantante. "Ah, lo dices porque trabajo con Federico", contestó Alaska refiriéndose a su colaboración con Federico Jiménez Losantos. "Claro, claro", confirmó él, esperando algún tipo de explicación. "¿Entonces, como también trabajo en la Ser qué soy?, contrapreguntó ella. "Ya", se limitó a responder él con la cintura rota por cinco puntos. "Te pregunto", insistió ella.
"Ya, pero Jimenez Losantos no es cualquiera", insistió él, solo para llevarse otro corte que podía haberse evitado si hubiera mirado un poco más la lista de colaboraciones de la artista. "Estoy con Dani Mateo", convertido en el enemigo número uno de los patriotas españoles después del gag de la bandera.
Como Risto se había quedado callado, fue ella la que pasó al ataque: "¿Qué pasa?"
"Yo tengo muchas diferencias con mucha gente, pero no son solo las diferencias, son las formas en las que se expresa sobre Cataluña" comenzó a explicarse el presentador. "Poco favor está haciendo". Alaska con toda la tranquilidad del mundo, le replicó "¿qué pasa? ¿solo nos gustan las personas que dicen las cosas con vehemencia cuando dicen las cosas que a nosotros nos gustan?".
"No me gusta la gente que trata realidades que no conoce", replica el presentador. "Ha demostrado que, con toda la cultura que él tiene, en ciertas cosas es tremendamente inculto". "Tu visión es muy orteguiana, muy de tú y tus circunstancias, y por eso no nos vamos a entender, porque nuestros absolutos son verdades como puños".
Además, Risto parece olvidar que, gusten o no sus opiniones, Jiménez Losantos sí conoce la realidad catalana, tanto fue uno de los firmantes del Manifiesto de los 2.300 en el que intelectuales y profesores que vivían y trabajaban en Cataluña clamaron contra la inmersión lingüística, por el que en 1981 fue secuestrado por Terra Lliure y recibió un tiro por encima de la rodilla "como recuerdo". Y eso, Risto, que entonces tenía seis años, parece que no lo recuerda.
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