Si Gabriel Rufián no existiera habría que inventarlo. Al menos, para no tener que renunciar al juego que nos da en Twitter. El diputado de Esquerra Republicana de Catalunya ha vuelto a caer preso de sus propias palabras al intentar inmiscuir a la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) en una crítica velada tanto al periodismo y las presiones que recibe como al candidato a la Comunidad de Madrid por Más Madrid, Íñigo Errejón.
Rufián escribió lo siguiente: "Aún recuerdo cómo hace tres años, en los premios de la APM, una periodista se me acercó y me confesó que, según sus votaciones, el premio al mejor diputado 2.0 era para mí, pero alguien que mandaba mucho les había advertido: 'A Rufián ni agua'. El premio fue para Errejón".
A los pocos minutos, la Asociación le respondía, empleando incluso un cierto tono paternalista: "Gabriel, la APM no tiene ninguna relación con los premios que mencionas. Saludos". La respuesta, que hizo retumbar Twitter, no pudo ser más efectiva y el diputado decidía entonces eliminar su tuit. Eso sí, el tiempo que duró fue suficiente para hacer la correspondiente captura de pantalla y pasársela a la cuenta Mejores Zasca! (@mejoreszasca), toda una enciclopedia de las réplicas cortantes que se dan a diario en las redes sociales:
Sin embargo, el diputado no iba a renunciar al objetivo de su mensaje y, después de informarse algo mejor sobre el origen de los premios de los que hablaba, volvió a escribir su tuit. Esta vez, sin citar a la APM ni a nadie, por si las moscas:
Pero esto es Twitter y del cachondeo popular no se ha librado:
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