Tras no acabar de cuajar en el PSOE donde llegó a ser considerada "joven promesa", lanzar guiños a UPyD e incluso Ciudadanos, y amagar con presentarse a las elecciones junto a Baltasar Garzón, Beatriz Talegón ha encontrado su zona de confort dentro del independentismo catalán. Al menos en la órbita de Carles Puigdemont y Quim Torra, donde la aplauden como una de las grandes cheerleaders del procés.
Esta serpenteante trayectoria, en honor a la verdad, ha llevado un largo e ingente trabajo. Recientemente se han viralizado en Twitter una charla que Talegón dio hace algo más de un año -el 18 de mayo de 2018- en el Ateneu Barcelonés, donde le acompañaban el enfant terrible del procés, Gabriel Rufián, el excandidato de la CUP Antonio Baños y el abogado y portavoz de la organización Ágora Quàntica, Pepe Fajula.
Talegón lanzó una feroz a la par que delirante defensa de la independencia de Cataluña y del diferencial de categoría del pueblo catalán sobre el resto de los españoles. Nada de esto es tan embarazosos, sin embargo, como leer el lenguaje corporal de Rufián -mucho menos proclive a dar carrete a la periodista que sus aliados- mientras le escucha decir lo "flipanding" [sic] que está Europa con España:
Talegón trazó primero un sutil perfil a partir de las audiencias televisivas usando el dato de que el programa más visto en Cataluña son los informativos (cosa que es cierta, habida cuenta que son los de la altamente politizada televisión autonómica, TV3 ) mientras que en España es Sálvame (que según Kantar Media, el programa de Telecinco no colocó ninguna de sus emisiones entre las 20 más vistas de febrero):
La sociedad para el resto de españoles, por tanto, es "peor" que para los catalanes. "Aquí por lo menos hay un canal que no te miente", proclama, haciendo la rosca a la televisión de la que es precisamente tertuliana:
Y claro, de tanto ir a TV3 sus padres ya entienden el catalán porque lo han aprendido "con el corazón". La reacción de Rufián en este tramo no tiene precio. Enarca las cejas mientras procesa lo que acaba de oír, baja la cabeza hasta casi meterla debajo de la mesa y finalmente se atrinchera en su móvil, refugio de quienes no saben dónde meterse:
Y siguió haciendo la rosca a TV3...
Mientras Rufián seguía escondido en su móvil, casi a punto de mandarse a sí mismo por email, Talegón se descolgaba con una loca teoría de la conspiración, según la cual "ya está montao" que España pase a ser República con un presidente catalán, motivo por el que "Alberto" Rivera se ha cambiado el nombre:
Dos cortes más y asegura que la Tierra es plana. O al menos que Cataluña es plana.
Rufián aplaude las barbaridades que dice Talegón, sí. Aunque hay que decir que no es el aplauso más convencido del mundo:
Y claro, llegó el turno de Rufián, quien se vio en la tesitura de tener que superar a Talegón si no quería perder su poquito de protagonismo. Así, se descuelga afirmando que Inés Arrimadas quiere cerrar TV3 porque si no "no la vota nadie". Quién hablaba de cerrarla era en realidad el PP de Cataluña.
Y luego llegó el turno de la persona silenciosa al lado de Talegón, Fajula, después de asentir hasta la luxación las palabras de la ex del PSOE. No defrauda:
Que en algún momento parece que va a ser una luz de esperanza para la sensatez. Pero sale mal:
[Más información: El arrogante tuit de Rufián por el que le llueven 'zascas' hasta de los 'indepes']