Los caminos de Twitter son inescrutables. Corría el año 2010 cuando el joven diputado socialista Pedro Sánchez acudió a un restaurante italiano con unos amigos. Era la víspera de Nochebuena y estaban en el Luna Rossa, un local situado en la esquina de la calle Luna con calle San Bernardo, en pleno centro de Madrid.
Sánchez había pedido una de las apetitosas pizzas que ofrecen en la carta: mozzarella fresca, albahaca, un salami picante típico de Calabria, setas boletus y queso gorgonzola. Con solo saber los ingredientes es fácil que se nos haga la boca agua, así que no nos sorprende en absoluto que el ahora presidente del Gobierno sintiese la necesidad de escribirlo en Twitter.
Aquel tuit, como otros tantos, se reflotó años después, concretamente en 2016, cuando Sánchez empezó a copar las portadas al verse obligado a dimitir como secretario general del PSOE. Chocaba leer ese tipo de mensajes de un político, usando un vocabulario de andar por casa, así que el cachondeo fue apoteósico entre los tuiteros:
A pesar de las coñas, Sánchez nunca borró esos tuits, algo poco común y que, dicho sea de paso, le honra. Sin embargo, entre tanto chiste, hubo alguien al que se le encendió la bombilla. El dueño del restaurante italiano estaba a punto de hacer una genialidad de la que el común de los mortales nos hemos enterado este domingo gracias a Marta, una tuitera que ha ido a cenar al local:
En efecto, no es ninguna invención, basta con leer la carta online del restaurante para comprobar el nombre de la pizza, sus ingredientes y su precio: 14,50 euros. Este final tan redondo, casi nueve años después de aquella "cena con colegas", no ha pasado ni mucho menos desapercibido:
Desde luego, confesamos que no nos faltan ganas de pasarnos por allí a comprobar si la Cojonuda hace honor a su nombre y, de paso, a la nota de cata de su mentor.
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