El diputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto, presumió en Twitter de que una bodega portuguesa le había enviado unas botellas de vino. Están valoradas en unos 100 euros cada una de ellas y la polémica se sirvió en bandeja de plata para los tuiteros, que reabrían el debate sobre los regalos que recibían los políticos.
Una de las más críticas ha sido la actriz Anabel Alonso, que últimamente se ha convertido en una polemista célebre por la red social. Haciéndose eco de una información que desvela que el código ético de Ciudadanos les impide aceptar regalos de más de 75 euros, la vasca se preguntó: "¿Y ahora qué?".
El propio De Quinto le contestó señalando que "llegaron con su factura y están pagadas", emplazando a la actriz a no difundir bulos y a disculparse:
Pero ella, lejos de pedirle perdón, le pidió las facturas:
"Aun no le han dado una paguita"
Pero no solo De Quinto llegó a responder a la actriz, la diputada de Cs en el Parlamento de Cataluña, Noemí de la Calle, también entró al trapo, pero con formas mucho peores:
Y, claro, Anabel Alonso no se iba a quedar callada...
...pero la diputada tampoco:
Sin embargo, la última palabra la ha tenido la actriz con este zasca final:
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