El 2 de septiembre de 2017 el pueblo natal del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, mostraba al mundo el homenaje a su vecino más popular. En el municipio de Polaciones, con algo más de 230 habitantes, se inauguraba una escultura que no tardaría en convertirse en el blanco de las burlas de muchos por su más que cuestionable parecido con el político.
De hecho, Revilla ya se había opuesto en su momento a que le hicieran una estatua y ni siquiera acudió a la cita -como recuerda El Diario Montañés-, alegando que tenía que comer ese día con Pedro Sánchez y después acudir al programa La Sexta Noche de La Sexta. Precisamente, este pasado sábado repitió en el programa y habló del que calificó el nuevo "Ecce Homo de Borja", mofándose del acabado
"Tengo que reconocer que sacarme guapo a mí es muy difícil", bromeó, añadiendo que "no me ha mejorado. La oreja igual es grande, pero es que la tengo grande hasta el punto de que llego a hacerme un nudo con ella". Enfatizando que no tiene problema en reírse de sí mismo, aseguró que "me han dicho que hasta organizan excursiones y autobuses que suben a hacerse una foto con mi estatua".
El cabreo viral del escultor
Vicente Diestro es el joven cantero de Tudanca al que el Ayuntamiento le encargó el homenaje a Revilla y está harto del cachondeo del presidente. No era la primera vez que el político se burlaba de su obra y, de hecho, el bajo relieve se popularizó después de que el presidente fuese entrevistado por Bertín Osborne en su programa con la obra de fondo.
Al día siguiente de emitirse el programa de Telecinco, Diestro no se pudo contener y contestó a Revilla a través de una carta que publicó en las redes sociales. "No sé si es usted consciente del alcance que sus críticas, en un medio de comunicación nacional, pueden ocasionarme tanto a nivel profesional como personal", dijo, preguntándole si sabe "lo difícil que resulta ser artesano autónomo en pleno 2019".
"No se imagina la lucha diaria a la que estamos sometidos. Lo primero, por sobrevivir y, lo segundo, por no dejar que muera un oficio tan tradicional", añadió. Lamenta además que Revilla lo juzgue solo por ese trabajo y no por el total de su obra, y explica la "complejidad" de realizar "una cara en piedra tan solo con fotos y en talla directa. O sea, maceta y cincel directamente sobre la piedra".
La respuesta de Revilla
La publicación de Diestro, que no tardó en viralizarse en las redes, concluía preguntando al presidente si había pensado "en la repercusión que estas críticas van a tener en mi trabajo" y si veía "normal jugar así con el trabajo y, por lo tanto, con el pan de un trabajador": "Me parece que se pasó tres pueblos", afirmó, sentenciando que "no voy a consentir faltas de respeto" y avanzando que "otra vez le haré alto y rubio, no se preocupe".
En el espacio de La Sexta, Revilla pasó de puntillas por la polémica y solo acertó a decir que "el escultor se ha cabreado", insistiendo en que tiene todo su respeto. "Él ha hecho una obra y yo me río de verme así y mi familia también se ríe. No me ha puesto cuello, me ha encajado la cabeza en los hombros", analizó. El político terminó diciendo que, no obstante, si él no quisiera que se viera la obra, no la difundiría.
Sin embargo, hay que decir que Revilla no es ni mucho menos el único que es crítico con la obra. Y es que el relieve tampoco se ha librado del juicio de Twitter:
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