Marco es el propietario de LP Hostel y está para pocas bromas. Su establecimiento, una pensión situada en Fuencaliente (La Palma), tiene una puntuación global más que aceptable de un 7,9 en Booking y cuenta con una "ubicación ideal". Sin embargo, nunca sabremos si estas notazas se deben realmente al servicio que presta su alojamiento o al miedo de los clientes a hacer una valoración negativa.
Y es que Marco no se anda con chascarrillos a la hora de contestar a los comentarios que dejan sus huéspedes después de pasar por su pensión y va con todo en Booking. Al hombre le parece indignante que se quejen cuando están pagando unos 30 euros por estancia y no duda en ponerlos de vuelta y media. Eso sí, invitándoles de nuevo para que puedan enmendar su error.
Al bueno de Marco lo hemos conocido gracias a The Gary, un tuitero que había pasado por el hostal en pleno mes de agosto. Cuando fue a dejar su comentario, echó una ojeada a las contestaciones del dueño y supo que Twitter tenía que verlas:
Para empezar, Marco deja bien claro que a él no le gustan "los tiquismiquis":
No puede llegar a entender cómo alguien a quien ha dado "un apartamento con cocina privada y salón", mejorando su reserva, pueda poner algún pero:
Protesta también por la evaluación del café, que no sirven, y acusa al cliente de hacerlo mal él mismo:
Obviamente, se va calentando a medida que contesta: "Lo que te parezca de buen gusto me importa un rábano".
Pide sin temor a sus clientes que formulen "opiniones más sensatas":
Y admite que no es "psicólogo", abriendo la puerta a un sinfín de lecturas:
Le chirría sobremanera los que no revisan antes la información: "Los clientes que no leen las indicaciones son una decepción".
Y no tolera que se metan con su precio: "Si te quedas en tu casita, te ahorras un dinerillo".
Tampoco duda en rozar el delirio bromeando con el uso de prácticas camorristas: "Le hemos dado una paliza".
Y es tremendamente categórico: "El lavado de cara lo necesitas tú".
Marco aterriza en Twitter
En cuanto el hilo del tuitero empieza a hacerse viral, este admite que también dejó su propia reseña de su paso por el hotel, pero Marco no le contestó:
Y propuso una encuesta para saber con quién iban sus seguidores:
Pues bien, al poco tiempo... ¡bombazo!
Y, por su puesto, lo primero que ha hecho al llegar es cantarle las cuarenta:
Aunque finalmente Twitter logró ablandarle su corazón de hierro:
Además, antes de anunciar desde su perfil que se iba de vacaciones, el gran Marco nos ha dejado de regalo un testimonio gráfico fundamental:
Con todo, hay que decir que le ha quedado una publicidad gratuita estupenda. ¿A quién no le gustaría dejar su valoración para que Marco lo insulte después?
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