El 'zasca' a los machistas del 25N que repiten el argumento de las "denuncias falsas"
En La Jungla. Ocho de cada diez asesinadas en 2019 no había denunciado a su asesino.
26 noviembre, 2019 03:36Noticias relacionadas
Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, de 2009 a 2017 las denuncias falsas por violencia de género suponen el 0,01 % del total, incluyendo además en la cifra las condenas y las causas que están en trámite. Del 1.222.172 de denuncias en ese período, solamente 131 se consideraron fraudulentas.
Conviene apuntar, además, que ni los sobreseimientos ni las absoluciones ni el archivo de las denuncias suponen que sean faltas, sino que las pruebas no son suficientes para continuar el proceso o condenar al presunto agresor. Como ejemplo, una de las ramificaciones más extendidas y profundas de la violencia machista, la psicológica, es realmente complicada de probar ante los tribunales y también de asumir por parte de la víctima. Se tarda mucho en reconocer que te han maltratado psicológicamente.
Por lo tanto, que uno de los argumentos machistas por excelencia cuando se trata de minimizar la lucha contra la violencia sea el de esgrimir el número de denuncias falsas y ponerlas al mismo nivel parece una broma macabra. Pero además, teniendo en cuenta que un 80 % de las mujeres que han sido asesinadas este 2019 no habían denunciado, el argumento se antoja intolerable.
Ni son locos ni lo llevan escrito en la cara
Los manuales de tratamiento de noticias sobre violencia machista recomiendan encarecidamente que los testimonios que aporten información sean de perfil profesional y nunca testigos como vecinos o familiares porque el mensaje que se traslada es peligroso y distorsionado: el "Saludaba siempre" esconde un "me parece rarísimo que él haya hecho eso".
La supuesta "normalidad" que rodea a la pareja, perfiles que víctimas que "no encajan" por ser profesionales independientes y un largo etcétera de lugares comunes que no nos llevan a ningún lado. ¿Por qué esas mujeres no denunciaron? Puede que por no pasar el mal trago de verse cuestionadas por extraños o para evitar más sufrimiento a sus hijos. O, quizás, porque ni siquiera en su entorno más cercano las han creído.
Este lunes, cuando se conmemoraba el Día Internacional contra la violencia sobre la mujer, Blanca Rodríguez nos brindaba a través de Twitter un nuevo hilo lleno de valientes reflexiones como ya lo ha había hecho en otras ocasiones:
Llevo tiempo queriendo hacer un hilo sobre esas «denuncias falsas» que todo el mundo conoce. La que le pasó al primo de tu vecina o al amigo de tu novio. Creo que hoy es el día ideal. Ojo, que va a ser largo. #DíaContraLaViolenciaDeGénero #ViolenciaMachista #NiUnaMenos
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Una de las mujeres asesinadas por su marido este 2019 me tocó relativamente cerca. Cuando empezó a correr la noticia por la familia, los comentarios de sus familiares más directos iban todos en el mismo sentidos: nadie sabía nada. +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Eran una familia normal. Nadie entendía nada. Ella era una mujer profesional, con un trabajo prestigioso, fijo, bien remunerado en el que trataba con decenas de personas todos los días y en el que era conocida por su amabilidad y su sonrisa. +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Así se recoge en muchos artículos de prensa que no voy a enlazar porque no quiero que se la asocie a este hilo. Lo único que se apuntó en el entorno familiar de ella como posible problema en aquel matrimonio fue que, como ella trabajaba mucho, él era «un poco picaflor». +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Ella guardaba silencio. Los hijos guardaban silencio. Los vecinos guardaban silencio. ¿Qué habría ocurrido si, en lugar de aguantar hasta el día en que el marido decidió asesinarla, ella hubiera dicho basta y hubiera denunciado? +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Cuando él empezase a pelear por la custodia compartida de los hijos (AKA, por no pasar pensión) y a clamar al cielo su inocencia, a acusarla de feminazi y de denunciarlo falsamente para beneficiarse en el divorcio, ¿quién la iba a creer? +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
¡Si, después de que él cometiese el acto más extremo de violencia, la propia familia directa de ella todavía era capaz de creer que ese acto abyecto había salido de la nada, que en aquella casa no había habido una escalada de violencia y terror que había conducido a su muerte! +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
A mí hubo gente que me lo discutió, que me dijo que él tenía que haberse vuelto loco de pronto, que no era posible que la maltratase porque ella habría dicho algo, que los hijos habrían dicho algo. Que se sabría. +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
He puesto el caso más extremo que conozco porque resulta más fácil de comprender. Pero podría hablaros de otra mujer de mi entorno a la que muchos de sus amigos abandonaron cuando empezó a hablar del maltrato psicológico de su ex, +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
y otro buen puñado se mantuvo neutral porque no quería meterse en líos. O de otra cuyo matrimonio era tan genial que nadie entendió por qué se separaba (su propia familia la culpó a ella y la criticó) y como todo el mundo habla de la magnífica relación que tiene con su ex, +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
porque nadie sabe que, cuando se separaron, él le metió software espía en su móvil y su ordenador y la trataba con desprecio cada vez que leía algo negativo sobre él en las conversaciones privadas de ella. +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Ella no denunció porque no quería que el padre de su hijo fuera a la cárcel ni que su hijo creciese así; solo quería que la dejase en paz. Cuántos del entorno de ambos la habría acusado de denuncia falsa si, después de un «matrimonio perfecto», lo hubiera llevado ante un juez? +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
El 80% de las mujeres asesinadas no había denunciado el maltrato. Ese es el verdadero dato preocupante: las denuncias que no se ponen. +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Nadie sabe lo qué hay detrás de las puertas de las casas de la gente y es bastante sencillo de comprender que un maltratador no va a reconocer que lo es y defenderá con uñas y dientes su inocencia cuando lo acusen. +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Pero es que hay más: muchos maltratadores, sobre todo los psicológicos, no saben que lo son. Parece imposible, pero es así. Unamos todo esto al silencio de tantas víctimas, por la vergüenza y la culpa, porque creen que él puede cambiar, +
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
porque la propia dinámica del maltrato incluye la destrucción del entorno y la red de seguridad de la víctima, y ya tenemos la receta perfecta para que muchos duden del relato de ella y crean el de él. Y esto incluye a policías, abogados (y abogadas) y tribunales.
— Blanca R Bandarrita #NaNoWriMo (@bandarrita) November 25, 2019
Fin del hilo.
[Más información: La repugnante oferta machista que indigna a Twitter: "Se busca 'secretaria liberal'"]