Tiene 36 años, es músico y vive en Barcelona; pero más allá de sus señas personales y de sus dotes culinarias, el concursante de MasterChef se ha labrado una gran popularidad en las redes sociales gracias a su gesticulación. Las caras de Fidel le han valido un sinfín de chistes y memes de los tuiteros, que han aplaudido su entrada en el reality a pesar de que sus primeros pasos no parecen muy halagüeños.
Eso sí, su promesa de tatuarse el logo del programa en el ombligo, instado por Samantha Vallejo-Nágera, le valió el sí de esta y de Jordi Cruz que, aunque dijo que su plato estaba "justito" y que el nivel era "bajo", admitió que "me gustan los retos difíciles y tú lo eres". Pepe Rodríguez, por su parte, le dio su negativa rotunda.
Fidel tiene desde este lunes, por lo tanto, su mandil de aspirante y a media España pendiente de sus movimientos. Y es que si no has visto el arranque del programa de Televisión Española, lo acabarás haciendo por él. O, más bien, por el juego viral que seguirán dando sus muecas en prime time, auténtica carne de meme de primera calidad:
Y es que el concursante parecía representarnos con cada una de sus inquietantes miradas:
Algunos buscaban una explicación coherente para la psicodelia de su mirar...
...y otros se han dedicado a sacarle los parecidos más surrealistas:
Con todo, parece que la observación es unánime entre los tuiteros y el propio programa: a nadie le gustaría encontrárselo de noche en un lugar oscuro...
Fidel tiene una banda de garage con la que ha dado conciertos a nivel internacional aunque él mismo diga que son "malísimos". Sin embargo, su vida no se reduce a eso ni mucho menos. El tipo montó una tienda de productos alimenticios picantes y más tarde una sex-shop. También tocó el piano en la calle y hasta los 20 años jugó al fútbol. No lo debía de hacer mal del todo cuando, según su perfil en la web del programa, quisieron contratarlo de la Primera División de México.
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