Después del intenso pleno de este miércoles en el que el Gobierno lograba la tercera prórroga del estado de alarma con menos apoyos parlamentarios, Pablo Casado publicaba una inquietante fotografía en su cuenta de Instagram. Una imagen en blanco y negro, queriendo enfatizar el momento trágico que vivimos, con su rostro desencajado y encontrándose con su reflejo en el espejo de un baño. Puños apretados y el grifo abierto para completar la composición.
En el pie de foto, Casado advertía en un tono épico acorde a la imagen que precedía a sus palabras que "esto es una catástrofe en vidas y un drama en empleo. Aquí nadie va a ganar y ya hemos perdido demasiado todos. Más de 20.000 compatriotas fallecidos merecen nuestro respeto, homenaje y luto":
Habiendo sido uno de los parlamentarios que más titulares había dejado en la sesión, sobre todo al medir en número de atentados del 11-M o en desembarcos de Normandía las cifras de víctimas por el coronavirus, la fotografía de Casado llegó a Twitter para desatar un torrente de memes que se prolongó durante todo el jueves.
Pero la veda, en esta ocasión, no la ha abierto un tuitero con seudónimo e imaginación desbordante para el humor, sino el diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián. Y es que el independentista ha usado la imagen de Casado para sacarle con muy mala leche y Photoshop el Aznar que, según él, lleva dentro:
Y, claro, después de Rufián, llegaron todos los demás...
Incluso una segunda tanda con la reinterpretación de la escena, los delirios que tanto gustan en Twitter:
Pero entretanto, a Rufián también le ha tocado el efecto bumerán y se ha llevado algún que otro zasca en forma de memes:
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