Esta semana el Congreso de los Diputados ha vivido una embarazosa situación que ha tenido como protagonistas al ministro de Consumo, Alberto Garzón, y al diputado de Vox y portavoz adjunto de la formación, Ignacio Garriga. Y es que hay confusiones que a uno le hacen desear que se lo trague la tierra aunque el orgullo no permita reconocerlo.
Nos trasladamos al contexto de la comparecencia de Garzón el pasado lunes en la comisión de Sanidad y Consumo, cuando se sometió a las preguntas de los grupos presentes en la Cámara y Garriga blandió contra él un mensaje en el que el ministro habría faltado al respeto a los votantes del partido de ultraderecha.
Concretamente, el tuit que leyó Garriga decía que "la mayoría de los votantes de Vox no han escuchado un discurso de Abascal, porque si no no me explico cómo puede haber tanta gente que vote a alguien que dice tantísimas atrocidades y animaladas", añadiendo el diputado que Garzón ha "insultado a casi cuatro millones de españoles al presuponer que no saben lo que votan o que votan sin informarse".
Sin embargo, el discurso de Vox cojeaba de una pata por un pequeño detalle: el Garzón que firmó el tuit no era Alberto sino Eduardo...
Se imaginarán ustedes la sonrisa perversa que se le debió de poner el ministro relamiéndose antes de empezar una réplica que más bien fue un zasca en sí misma. Y es que Garzón tenía en bandeja la respuesta a sabiendas de que Garriga había basado su ataque en una premisa falsa: "Yo no sé si los votantes de Vox están informados o no. Tengo una forma de ver las cosas de racionalismo atemperado, me gusta conocer los datos empíricos. No puedo llegar a la conclusión de que los votantes de Vox están o no informados", comenzó.
Continuó añadiendo que "lo que sí puedo decir es que usted no está bien informado. Usted ha hablado de un tuit que no es mío.. Yo entiendo su confusión porque ese tuit tiene un origen en una persona que se llama Eduardo Garzón, que es mi hermano; pero usted ha confundido a Eduardo Garzón con Alberto Garzón. Menos mal que no era usted el ministro de Sanidad, qué hubiera pasado con los test y con otras muchas cosas en este país":
El vídeo del momento acumuló reproducciones en las redes sociales, donde el zasca del ministro se llevó un sonoro aplauso:
Garriga aseguraba después desde su perfil de Twitter que en su intervención posterior aclaró que no fue un error, sino una "imprecisión". Y es que el Vox envainó diciendo que se refería "a sus me gusta, a sus retuits, a esos clásicos ya que usted acostumbra a dar a La Marea donde se critica al cristianismo. Luego me sorprende que usted haya sido cofrade, pero bueno, ahí no entro". Lo cierto es que su explicación, para qué mentir, no parece muy convincente.
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