En plena pandemia de la estatuafobia, desatada tras los asesinatos de George Floyd y Rayshard Brooks en Estados Unidos, están surgiendo ataques a monumentos que poco o nada tienen que ver con los orígenes de las tensiones raciales en el país, como el del escritor Miguel de Cervantes, al que le han escrito "bastard" (bastardo, en inglés) para cabreo de muchos, entre ellos del escritor Arturo Pérez-Reverte.
Después de haber derrumbado la estatua del misionero franciscano español Fray Junípero en Ventura, California, los vándalos la tomaron con la efigie del autor de El Quijote que está en el Golden Gate Park de San Francisco. Las imágenes han sido difundidas en redes por el Hispanic Council, un instituto de investigación que fomenta las relaciones entre EE.UU. y nuestro país.
"Asistimos con tristeza al derribo de la estatua de Fray Junípero. Lejos de ser un "genocida" o un racista este franciscano mallorquín representó todo lo contrario", explicaban sobre el primero en su cuenta de Twitter, desde donde también se han pronunciado acerca de las pintadas en el conjunto escultórico de Cervantes calificándolas de "sinsentido":
En este contexto no podemos decir que nos sorprenda este acto vandálico, pero lo cierto es que sigue llamando la atención la ignorancia de aquellos que lo perpetran. Pérez-Reverte, que de por sí tiene la mecha corta y el cabreo fácil, ha mostrado su indignación por lo sucedido en San Francisco, destacando que es especialmente llamativo cuando en Estados Unidos cada vez cuenta con más hispanohablantes:
Más de 20.400 retuits certifican el éxito de la reflexión de Reverte que también gustó a más de 48.000 personas.
[Más información: El bulo que deja a Adriana Lastra como una inculta y que se han creído miles de personas]