Juan Marsé murió este sábado y las redes sociales se fundieron en una gran despedida al escritor catalán. Sus lectores, pero también sus colegas, quisieron dedicarle unas palabras de agradecimiento por sus obras y su forma de hallar la belleza en lo cotidiano. Uno de ellos ha sido Arturo Pérez-Reverte, que se atrevió a dedicarle un prólogo de sus Últimas tardes con Teresa y compartirlo en Twitter.
"Se apagó la vida de un guerrero. Ha muerto Juan Marsé, el último de nuestros clásicos, luchador honesto y solitario, ninguneado durante décadas por el nacionalismo local. Adiós a un maestro y un amigo", escribió Reverte acompañando a su artículo sobre el novelista. En el texto que le sirvió de panegírico lanzó sus dardos contra "el miserable trato que ha recibido en Cataluña, a pesar de sus cientos de miles de lectores, por parte de los políticos nacionalistas".
Considera Reverte que "tener a Marsé vivo era un lujo" y, por lo tanto, "lo que tenían que haber hecho es haber pasado por delante de su casa y pararse allí a saludarle. Y sin embargo esos políticos lo han procurado ocultar, ningunear y olvidar todo lo que han podido. Aun así no lo han conseguido".
"Elogio a escritor muerto"
Continuó Reverte reiterando que "la obra de Marsé está por encima de todo eso. Permanece. Pero es bueno recordarlo ahora, porque muchos de ellos se apuntarán al elogio a escritor muerto. En vida no le dieron ni los homenajes, ni el respeto, ni el respaldo que tenían que haberle dado. Era el último de nuestros grandes escritores":
Entre los seguidores de Reverte en Twitter, que han aplaudido el homenaje a Marsé, se han colado también algunos tuiteros indepes a afearle su comentario sobre el "ninguneo nacionalista":
A otros, como podemos leer, no les ha gustado tampoco el "autobombo" del escritor.