Desde que el pasado lunes se conoció la sustitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del grupo parlamentario del Partido Popular en el Congreso de los Diputados el cantante José Manuel Soto no levanta cabeza. Ferviente admirador de la política, el andaluz no ha dejado de mostrar su desconformidad con la decisión tomada por Pablo Casado que se oficializará este jueves en la reunión de la Junta Directiva de los populares.
Entre otros mensajes, Soto ha calificado de "grave error" el cese de Álvarez de Toledo, a la que considera una "magnífica portavoz, temida, amada y odiada, como deber ser". Confiesa el cantante, que nunca ha ocultado su posición a la derecha, que es "rendido admirador de su firmeza, su finura y su frialdad", insistiendo en que "no abundan políticos así y menos en estos tiempos de mediocridad".
"La echaremos de menos", escribía Soto en su cuenta de Twitter, alabando que Cayetana hubiese querido ajustar cuentas con Casado y no se limitase a irse con la boca cerrada. Cree que "el PP hace mal en desprenderse de alguien con su talento y carisma" porque "en el triste páramo de la política española brillaba con luz propia y despertaba una incipiente ilusión entre los desmotivados votantes de derechas".
El Soneto a Cayetana
José Manuel Soto cree que "Pedro Sánchez estará encantado" y vaticina que, después de "cazar" a Cayetana, "irán a por Isabel Díaz Ayuso". No obstante, al margen de estas críticas y consideraciones más profanas, el cantante ha sacado su faceta de compositor a la luz para dedicarle unos versos a la exportavoz popular ensalzando su figura y, de paso, lanzándole una puya a Casado en letra cursiva.
"En el páramo sin luz del Parlamento / donde reinan los mediocres y los pillos / hay un astro que deslumbra con su brillo / y enamora con la magia de su acento", empiezan los primeros cuatro versos, que continúan así: "Triste España, donde al necio se le aplaude / y al que brilla se le niegan los laureles / los leales nunca alcanzan los poderes / y el felón se beneficia del cum fraude".
"Nos quedamos sin su gélida mirada / desgarrando sin piedad al adversario / que ahora brinda por su absurda retirada. Decidieron prescindir de su ideario / aceptando una derrota anticipada / ¡Qué desastre! ¡Qué deshonra! ¡Qué mal fario!", concluye el soneto de Soto, que ha recibido los halagos de sus seguidores: