Iker Jiménez ha dado una auténtica lección de lo que nunca debería de hacer un periodista y, contra todo pronóstico, ha presumido de ello. No corren buenos tiempos para el capitán de la nave del misterio, cuando incluso sus propios seguidores le cuestionan. Ahora, pasándose por el arco del triunfo una de las prácticas periodísticas que está grabada a fuego entre los que ejercen el oficio, le está cayendo una oleada de críticas.
A estas alturas conocerán el hallazgo de un equipo internacional de astrónomos que han dado con indicios de vida extraterrestre en Venus. En concreto, han descubierto una molécula rara llamada fosfina en las nubes del planeta. En la Tierra, ese gas solo se manifiesta a través de la producción industrial o generado por microbios que habitan en entornos sin oxígeno. La noticia, como no podía ser de otra forma, copó los titulares y, tal y como han hecho nuestros compañeros de Ciencia, los periodistas se han afanado en explicarnos al común de los mortales las claves del descubrimiento.
La noticia saltó en la madrugada de este martes 15 de septiembre, hora española. El equipo científico, apoyados en la revista Nature ―la publicación científica más prestigiosa del mundo—, dio luz verde para que los medios la publicaran. Estos ya la sabían con anterioridad, pero se trataba de una información embargada, tal y como se conoce esta práctica común en argot periodístico. ¿Qué significa? Que hay un acuerdo entre la fuente (la persona, institución o colectivo que facilita dicha información) y la prensa que la recibe para publicarla cuando dicte la primera, por diferentes motivos de peso.
El aguililla de Iker
Al parecer, un error humano provocó la filtración de la noticia antes de tiempo y ahí estaba Iker Jiménez para montar una edición especial de su programa de YouTube, La Estirpe de los Libres, que se emitió en directo el pasado 13 de septiembre, dos días antes de la comunicación oficial. En el comentario que acompaña al vídeo ya se puede leer que "la difusión y posterior borrado de una extraordinaria noticia nos da pie a elaborar una emisión de última hora".
Continúan admitiendo que "sea un error o, como parece, un fallo de comunicación a la hora de divulgar una información embargada, La Estirpe de los Libres adelanta la noticia". Vamos, que el resto de periodistas que estaban cumpliendo escrupulosamente con la norma se debatían entre la incredulidad y el cabreo. Y no es para menos. Sin embargo, parece que a Iker Jiménez esto no le pareció importante y no solo se saltó el embargo a sabiendas, sino que decidió presumir de exclusiva como si él hubiese realizado alguna labor de investigación que le llevase hasta la noticia.
Pero claro, el refranero español es muy sabio y aquello de "dime de qué presumes y te diré de qué careces" no tardó en estallarle a Iker en la cara:
No obstante, él siguió sin despeinarse y entonando el "soy periodisa y si me entero de algo tengo que contarlo antes si puedo" somo si eso fuese justificación en un contexto como este:
Siguieron decenas de tuiteros afeándole su comportamiento:
Y él, erre que erre:
Lejos de admitir que se había pasado de frenada, Iker Jiménez ha seguido contestando a todo aquel que respondía a su tuit cuestionando sus métodos. Eso sí, para este resumen gráfico de la trama no tuvo respuesta: