El lunes saltaban todas las alarmas cuando Fernando Simón no apareció en la rueda de prensa desde del Ministerio de Sanidad para dar el parte diario de los datos del coronavirus en nuestro país. Le sustituyó la secretaria de Estado, Silvia Cazón, quien explicó que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias "se encuentra de merecido descanso".
Cazón no dio más pistas sobre su paradero, pero poco tiempo después saltaron a primera plana las fotos más íntimas de Simón en Mallorca. Había viajado a las islas de la mano del programa que conduce el aventurero Jesús Calleja. El epidemiólogo aceptó la oferta y, en plena segunda oleada de contagios, se calzó el neopreno para recorrer el litoral y después volar en globo.
Si Fernando Simón ya despertaba la animadversión de buena parte de la opinión pública, que lo criticó en su momento cuando se fue de vacaciones a Portugal, su periplo televisivo en el actual contexto sanitario ha sido la gota que colma el vaso. Twitter se ha llenado de críticas dirigidas a él, pero también a Calleja, como la de este doctor:
Con lo que no contaba el doctor Casado era con la contestación del propio Jesús Calleja, que justificaba su trabajo recordando que "son muchas familias que dependen de ello". El presentador, además, ha subrayado que "nadie prohíbe trabajar, es cuestión de responsabilidad, seguir los protocolos y precaución":
Pero la explicación de Calleja no ha sido suficiente y los críticos respondieron también. Afean al presentador que haya escogido precisamente a Simón para que lo acompañe en estos momentos donde, dicen, su sitio está al timón de la pandemia:
El pobre doctor Casado, sintiéndose mal por la reacción de Calleja y sus críticos, optó por practicar algo que no se ve habitualmente en Twitter: pedir perdón.
Aunque el peor parado en este cruce de informaciones ha sido Iker Jiménez. El presentador se preguntaba hace unos días si sería posible entrevistar a Simón —no debe de recordar la polémica entrevista que concedió a El País Semanal—, y ahora se ha llevado un chasco:
Seguro que a la próxima va, Iker, no desesperes.