Si creíamos que algo nos unía a los españoles, eso era el amor por nuestra gastronomía. Decir una sola palabra en contra de nuestra tortilla de patata o de nuestras croquetas puede conllevar una fuerte reprimenda. Si no lo creen, pueden buscar en internet la paella de Jamie Oliver. El chef británico se aventuró a preparar esta receta valenciana con chorizo y acabó recibiendo una tunda de insultos y comentarios jocosos que se hicieron famosos en internet.
De todas formas, parece que se nos está suavizando el humor a los españoles cuando critican nuestra cocina. Un usuario de Twitter, llamado Mönchi, ha tenido la osadía de escribir un hilo entero poniendo a caldo a nuestras comunidades autónomas y sus correspondientes platos típicos y ha salido victorioso. Su análisis ha causado sensación y más de 11.000 personas le han dado su me gusta.
Su crítica culinaria que más me gusta acumula es la que ha realizado sobre Murcia y sus afamados paparajotes. Pues bien, al tuitero le ha causado indignación que se hagan friendo una hoja de un árbol y esta ha sido la parte amable del comentario. Advierte que la hoja en sí no se come, pero que un murciano nunca te avisará para reírse de ti. "A veces te lo dicen, pero como no se les entiende, te la comes igual". ¡Pam!
Bajo estas líneas pueden deleitarse con el festival de la mala leche de este tuitero:
Otro gran zasca sobre la gastronomía patria se lo han llevado los madrileños. De ellos se dice que presumen exageradamente de lo deliciosa que es su agua del grifo o de lo bonito que es el cielo que se ve desde la capital. Ahora este tuitero también ha querido bajarles los humitos por presumir de que comen el pescado más fresco de España: según él, es un mito.
Por supuesto, también ha habido cera para los vascos y sus pintxos a precio de oro, las Frutas de Aragón que no triunfan nunca como regalo y la escalivada catalana que tilda de "bazofia". Sobre los catalanes, además, lanzaba el siguiente dardo: "A restregar un tomate contra el pan también lo llaman plato típico". Tampoco le gusta la sidra asturiana a la cual considera una "especie de pis" que intentan hacernos pasar por una "bebida respetable".
¡Un aplauso por esta apuesta de humor más que arriesgada!