Si los buenos de Guillermo de Baskerville y Adso de Melk viviesen en nuestros tiempos y no en el siglo XIV retratado en El nombre de la rosa quizás podrían investigar el extraño suceso que ha hecho tambalearse los cimientos de la comunicación del mismísimo Vaticano y que, nos tememos, haya propiciado alguna destitución entre los community managers del Papa Francisco. Hablamos, cómo no, del misterioso like del pontífice a una foto erótica en Instagram.
La polémica surgió cuando la modelo brasileña Natalia Garibotto dijo públicamente que la cuenta del Papa le había dado un me gusta a una de las fotos publicadas en su perfil. En concreto, la joven salía en esa imagen disfrazada de colegiala sexualizada con una minifalda, ligueros y pose insinuante, algo habitual en las fotografías que se pueden ver en su perfil.
Lo raro del asunto es que la foto no era ni mucho menos reciente, sino que se había compartido en Instagram el pasado 5 de octubre:
La noticia no tardó en hacerse viral y llegar a todos los rincones del planeta. Franciscus —que así se llama el Papa en la red social— parecía haberle dado su bendición a esta joven ligera de ropa y ahora, lo que a todas luces parece una metedura de pata, está en boca de todo el mundo y compartiéndose millones de veces:
El Vaticano, lejos de quedarse callado o admitir que a algún trabajador se le había ido la mano; se apresuró a pedir explicaciones a Instagram, según la información publicada por la Agencia Católica de Informaciones (ACI). Señalan las mismas fuentes que "podemos descartar que el like proceda de la Santa Sede" porque, recuerdan, desde la cuenta del Papa no se sigue a ningún perfil.
No obstante, rememorando la confesión que el máximo responsable de la Iglesia Católica le había hecho a Jordi Évole en una de sus entrevistas, él no maneja ninguna red social y ni siquiera tiene WhatsApp, con lo que sería su equipo el responsable de las interacciones, para bien o para mal. No sería extraño imaginar que alguno de ellos, con el perfil del pontífice y el suyo propio guardados en el mismo móvil, haya tenido una confusión muy frecuente entre community managers.