Minutos después de las cinco de la tarde de este miércoles el mundo se paralizaba con la noticia de la muerte de Diego Armando Maradona. Nadie puede decir que le haya pillado por sorpresa porque el astro argentino se pasó muchos años tentando a la suerte y a la salud. Si el futbolista ya había sido un mito en vida, es fácil imaginarse lo que nos espera en los próximos días y las redes sociales han servido de avanzadilla de las despedidas más épicas.
El adiós al que para muchos resultó ser una especie de dios en la Tierra ha encumbrado su nombre, sus apodos e incluso la expresión "vaya 2020" a lo más alto de las tendencias de Twitter, que dio testimonio de las reacciones que se sucedieron a cada segundo en todo el mundo. Sin embargo, pocas han impactado tanto como la que le ha dedicado el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.
En un tuit publicado a las 17:47 horas, Iglesias ha demostrado una vez más que es un auténtico mitómano publicando esta especie de oración que parece versionar el Padre nuestro, pero para glorificar, en este caso, al futbolista. "Diego nuestro, santificada sea tu zurda. Dios no está en el cielo, se recupera en Cuba. Diego, nuestro barrilete cósmico divino. Dios lleva el 10 a la espalda y es argentino":
"Gracias por tantos momentos de felicidad. Hasta siempre", escribió Iglesias a modo de despedida junto al enlace en YouTube de la canción que había parafraseado, A D10s le pido. Y es que la oración no es ni mucho menos de su autoría sino que la escribió su grupo de cabecera, Los Chikos del Maíz, quienes la publicaron en octubre de 2012.
En el tema se habla, entre otras cosas, de la relación que unía a Maradona y a Fidel Castro —fallecidos ambos el 25 de noviembre―, y es cierto que el Pelusa nunca ocultó su admiración por la Cuba comunista; no obstante, a Iglesias le habría favorecido recordar algo más que sus dotes futbolísticas y sus derroteros ideológicos.
Y es que Maradona también pasará a la historia por haber sido denunciado por violencia machista por varias de sus exparejas, por las acusaciones de abuso de menores y por su estrecha relación con la cocaína que todo el mundo conoce. Vamos, que no han sido pocos los que han afeado al vicepresidente su elegía recordándole esto:
¿Qué dirá Irene Montero de todo esto?