El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el pasado lunes el recurso de amparo que presentó la diputada del Partido Popular y exportavoz parlamentaria de la formación, Cayetana Álvarez de Toledo, contra la determinación adoptada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, cuando mandó que se retirase del diario de sesiones el calificativo de "terrorista" que la popular empleó para referirse al padre de Pablo Iglesias.
Recordemos que fue a finales del pasado mes de mayo, ejerciendo todavía como portavoz del grupo popular en la Cámara baja, cuando mantuvo un tenso rifirrafe con el vicepresidente cuarto, al que llegó a decir que "no necesitamos caudillitos carismáticos que nos trate como a menores de edad", entre otras perlas, y acusó de ser "el hijo de un terrorista, a esa aristocracia pertenece usted, a la del crimen político", refiriéndose a la militancia en el FRAP del padre de Iglesias.
Batet pidió entonces que se retirase la palabra terrorista del acta de la sesión ante las críticas de la propia Cayetana, que al día siguiente anunció que no se quedaría de brazos cruzados. El padre de Iglesias, por su parte, la demandó y ahora la Sala Segunda del Constitucional ha acordado por unanimidad estudiar el recurso presentado por Álvarez de Toledo dada la "trascendencia constitucional" del planteamiento, que afectaría a la libertad de expresión y al derecho parlamentario.
"No estás sola"
La propia Cayetana ha querido compartir la noticia en su perfil de Twitter y reiterar su agradecimiento "a todos los ciudadanos que hicieron posible la presentación del recurso":
Lo sorprendente del asunto es que uno de esos ciudadanos que se ha dado por aludido ha sido el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien ha felicitado a Álvarez de Toledo y le ha querido mostrar su apoyo con una frase que está dando mucho que hablar:
Ella, por su parte, ha agradecido el gesto:
Una nueva prueba de que Álvarez de Toledo parece tener más afinidad con los de Santiago Abascal que con su propio partido, especialmente después de que los puentes entre ambas formaciones conservadoras se rompieran tras el rapapolvo que propinó Pablo Casado al líder de Vox en su réplica durante la moción de censura.
En aquél momento, se llegó a especular con que la exportavoz popular podría romper la disciplina de voto y apoyar la moción, algo que finalmente no llegó a ocurrir. Si algo ha dejado claro el último intercambio, sin embargo, es que los de Abascal no han perdido la esperanza de sumarla a su causa.