Uno de los linchamientos más comunes en las redes sociales se desencadenan cuando un persona pública de ideología progresista lleva a cabo alguna acción que para muchos no encaja con el listado de cosas que deben de hacer las personas de izquierdas: comprarse un casoplón en Galapagar, que sus hijos acudan a un centro escolar concertado o que hagan uso de la sanidad privada son algunas de las líneas rojas que consideran intolerables los jueces de Twitter.
Y uno de estos intolerables límites es el que, aparentemente, habría traspasado el pianista James Rhodes, enemigo número uno de gran parte de los magistrados tuiteros que dictan sentencias a golpe de tuit en la red social. En concreto, este viernes nos despertábamos con una fotografía del intérprete en el interior del hospital madrileño de La Luz, que pertenece a Quirón. Una instalación sanitaria privada.
La imagen empezó a correr por las redes sociales como la pólvora y los enemigos de Rhodes se frotaban las manos al verlo de nuevo en la lista de tendencias. Al leer su nombre señalado en los trending topic a pesar de que el pianista decidió abandonar Twitter hace algunas semanas harto de verse envuelto en polémicas por cada cosa que escribía y de recibir duras descalificaciones que hacían mención a los abusos que sufrió en su infancia y adolescencia.
La propagación de un bulo
Algunas cabeceras digitales comenzaron a hacerse eco de la visita de Rhodes a "una de las clínicas privadas más prestigiosas de Madrid" y la bola de nieve, que nadie estaba dispuesto a parar, siguió engordando con cada retuit, con cada 'me gusta', hasta que formó un verdadero alud de críticas como estas:
La polémica resultó tan inmensa que Rhodes, que se había autoimpuesto el silencio, salió a defenderse en Facebook e Instagram, donde compartió un comunicado explicando que "ayer mi novia tuvo un accidente de moto y la llevé a urgencias a un hospital privado. Ella, como residente, está obligada a tener un seguro médico privado para que el Estado no tenga que pagar sus gastos", afirmó.
Continuó relatando que "esperé con ella durante cuatro horas" y que, durante ese tiempo, "alguien me tomó una foto y la subió a Twitter diciendo que estaba allí para una consulta privada. Esto no solo es ilegal e invasivo, sino que también es completamente falso", sentenció, afirmando después que había sido trending topic "en España y en los panfletos porque algún gilipollas piensa que está bien tomar fotos de alguien en un momento de preocupación y privado, sin permiso y en un puto hospital":
Rhodes concluyó reiterando que "así es Twitter" y concluyó desvelando que "lo importante es que Mica está bien y se está recuperando bien". Micaela Berque, de 31 años, es la pareja del pianista. De origen argentino, pero residente en España desde hace años, es modelo y actriz. Ella también se refería así al suceso en su Instagram:
Toca desearle una pronta recuperación a Breque y más prudencia al impulsor o impulsora del bulo.