Los graves altercados que se produjeron el pasado sábado en Vic (Barcelona), donde un grupo de radicales independentistas reventó el acto electoral que Vox tenía programado para las cinco de la tarde, han conseguido dar un impulso a la formación de ultraderecha. Los vehículos en los que tuvieron que irse del lugar el candidato a las elecciones catalanas, Ignacio Garriga, y el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, fueron atacados con piedras.
La violencia dejó un reguero de enfrentamientos con los Mossos que protegían el acto y emergencias ha tenido que atender a 12 personas, una de ellas teniendo que ser trasladada a un hospital. No obstante, ha habido muchas personas que, lejos de condenar los actos, los han aplaudido, como Pilar Rahola, al menos por unos minutos, el tiempo que mantuvo publicado un desafortunado tuit mostrándose "orgullosa".
La periodista y tertuliana compartió el vídeo de los altercados en su cuenta de Twitter horas más tarde de que se produjeran, apreciando que se trataba de "la huida de Vox de Vic esta tarde" y añadiendo que estaba "orgullosa de un pueblo que no quiere a la extrema derecha". Tan solo unos minutos después de haberlo publicado, Rahola lo eliminaba sin poder evitar que la captura corriese como la pólvora:
Se trata esta de la única captura de pantalla que hemos encontrado. Todas las que se multiplicaron por la red social nacen a partir de esta, que cazó el tuit a los 8 minutos de haberse publicado y con 162 reproducciones en el vídeo adjunto. Sin embargo, este pantallazo ha sido suficiente para poner a Rahola contra las cuerdas con críticas como estas que han durado todo el fin de semana:
Cuestionamiento 'indepe'
Lo cierto es que Rahola está más que acostumbrada a las críticas y así lo ha reconocido: "Me suele pasar. Lo mejor es que todos me envían grandes insultos creyendo que me afectan". De hecho, para demostrarlo ha tenido incluso el humor de retuitear algunas de ellas que le parecían "entrañables":
Lo que quizás no había previsto es que su marcha atrás tuitera sería cuestionada por los suyos, que le preguntaban por qué lo había borrado. Ella explicaba que "al principio he colgado el tuit porque creía que había habido una manifestación contra la extrema derecha; pero cuando he sabido que había habido violencia, lo he sacado inmediatamente porque la violencia me repugna. No quiero a la extrema derecha, pero tampoco quiero violencia de ningún tipo".
Su argumento no ha convencido a su público, que le ha echado en cara que "al fascismo se le combate", pidiendo que no lo blanquee y que están "hartos de vuestros discursitos":
De hecho, ha hecho fruncir el ceño al espectro antifascista hasta tal punto que la periodista tuvo que seguir dando explicaciones tiempo después, defendiendo que había subido el vídeo sin haberlo visto primero. Un extremo, cuando menos, poco aconsejable cuando se pretende ejercer el periodismo:
Deseemos que la próxima vez Rahola se fije mejor antes de dar difusión y aplausos a los episodios violentos.