A Gabriel Rufián le va la marcha. El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya es adicto a la polémica, sobre todo a la que se genera a golpe de tuit, y nuevamente su peculiar forma de agitar el avispero de Twitter le ha traído de vuelta a La Jungla. En esta ocasión la mecha se ha prendido a raíz del cartel de los menas y la abuela, la propaganda xenófoba y racista de Vox en la campaña electoral madrileña que ya está investigando la Fiscalía.
La fotografía del cartel que han colocado en la estación de Cercanías de Sol, donde se compara el coste mensual de los menores extranjeros no acompañados con la pensión de las personas mayores, ha corrido como la pólvora en las redes sociales. Tras difundirse y provocar una esperada indignación en la mayoría de la población, la Fiscalía Provincial de Madrid ha incoado diligencias de investigación contra la formación de Santiago Abascal y Rocío Monasterio por un presunto delito de odio.
También Más Madrid ha interpuesto una denuncia en la Fiscalía bajo el mismo argumento y Unidas Podemos lo ha denunciado ante la Junta Electoral porque consideran que se trata de "propaganda nazi". Asimismo, el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, que depende del Ministerio de Igualdad, prepara su propia demanda. No obstante, antes de que haya fallado la Justicia, algunos ya se la han tomado de su mano y han vandalizado el cartel.
"Esto sí, esto no"
En este contexto, Gabriel Rufián ha querido dar su opinión en Twitter con su peculiar estilo. Sus juegos de palabras ya son todo un clásico, al igual que la confrontación de imágenes, precisamente los dos recursos que ha empleado para su último tuit viral:
A un lado, el cartel de Vox y al otro, la pancarta que sustituyó en el Palau de la Generalitat a aquella que Quim Torra había puesto a favor de los políticos presos y huidos en la campaña de las Elecciones al Congreso de los Diputados en noviembre de 2019. Los críticos con el portavoz de ERC le recordaron que, mientras el anuncio racista está ubicado en un espacio comercial, el otro está colgando del balcón de una institución. También, los más recurrentes, han continuado con la canción de Chimo Bayo que Rufián había iniciado en su tuit:
Conviene recordar que fue a finales de septiembre de aquel 2019, en vísperas de los comicios generales del 10 de noviembre, cuando la Generalitat retiraba la pancarta del Palau apoyando a los políticos presos después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña hubiera ordenado a los Mossos d'Esquadra que la quitasen. Dos exdiputados de la CUP y JxCat, Antonio Baños y Lluis Llach, la actriz y activista Silvia Bel, y la portavoz de la plataforma Som Escola, Teresa Casals, colocaban esta otra pidiendo libertad de expresión un día después.
No obstante, volviendo a la actualidad y al tuit de Rufián, ha sorprendido que el vicepresidente primero de Acción Política de Vox y jefe de la delegación del partido de ultraderecha en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, se haya hecho eco del mensaje del catalán. Ha llegado a retuitearlo para presumir, irónicamente, de que ellos están "siempre con la ley y la justicia":
Ha sido el propio Rufián, como es su costumbre, el que ha retuiteado a su insigne hater tiempo antes de dedicarles un zasca vengativo a viva voz:
La verdad es que los zascas en vídeo gustan más que por escrito.