Los operarios del metro de Bilbao que se encargan de la limpieza de las instalaciones nunca antes habían agradecido tanto el uso obligatorio del EPI para llevar a cabo su tarea. De esta forma, gracias al buzo blanco, la capucha, la mascarilla y el resto de protecciones que cubren el rostro y el cuerpo, se hace prácticamente imposible identificar al pobre hombre que ha estado en la diana de las mofas de España entera este martes.
Su involuntario protagonismo se lo ha regalado el vídeo en el que sale limpiando las escaleras mecánicas. Una imágenes que ha subido Metro de Bilbao a su cuenta de Twitter y que lleva más de un millón de reproducciones debido a un pequeño detalle que se les ha escapado en cadena. Y es que bastan 45 segundos para constatar que el operario no tiene muy claro cómo desempeñar su tarea de forma eficaz y que no es el mejor testimonio gráfico para compartir con el mundo.
Unas "labores de limpieza de alta intesidad", tal y como anunciaban en las redes los responsables del metro, que se han convertido en la comidilla del país por motivos obvios. El hombre se sube a la escalera y empieza a fumigar, pero sin tener en cuenta algo muy importante que no ha puesto en práctica y tampoco ha pasado desapercibido:
En efecto, al ir subido él mismo a la escalera, el trabajador no ha limpiado toda la superficie sino el mismo trozo de peldaño y pasamanos de la instalación mecánica. Este detalle no se les ha escapado a los tuiteros, que se han despachado a gusto haciendo escarnio del pobre hombre con mofas, críticas y chistes como estos:
El cachondeo ha llegado hasta tal punto que desde la cuenta de Twitter del Metro de Bilbao, a la que hay que agradecer que no hayan eliminado el polémico vídeo, sí han querido explicar que "la desinfección de las instalaciones se realiza sobre todos los elementos en múltiples etapas" y para demostrarlo han aportado tres vídeos al respecto:
Sea como fuere, volvemos al principio: nunca un usuario de EPI ha agradecido tanto llevarlo para preservar su intimidad y capear las bromas.