Que un porcentaje de la moda va siempre de la mano de la polémica y la provocación es un hecho que hemos podido constatar hace unos días gracias a la alfombra roja de la gala MET en Nueva York. Teniendo las imágenes de los outfits elegidos por los famosos para la ocasión grabados en la retina, cada vez sorprenden menos creaciones como la que ha puesto a la venta la casa de moda Balenciaga, un bolso estilo shopper con un estampado a cuadros que recuerda a otro complemento muy alejado de las pasarelas.
El bolso en cuestión se inspira en las bolsas de almacenaje de ropa que se conocen como tati bags en muchos países de África y Asia, y que aquí en España se emplean habitualmente por parte de las personas que salen de prisión, pero también para guardar las cosas en una mudanza e, incluso, para ir a la playa. La diferencia más superficial entre ambas es que mientras estos recipientes de plástico cuestan unos 5 euros, la de Balenciaga llega a los 1.590 euros en su página web.
Desde que Demna Gvasalia se convirtió en director creativo de la casa de modas parecía claro que sus propuestas no iban a dejar indiferente a nadie y con este nuevo bolso lo ha vuelto a hacer. Las influencers ya se han dejado ver con él en las redes sociales, sorprendiendo a sus seguidores. No obstante, no es la primera vez que Balenciaga versiona un clásico popular más propio de los bazares, puesto que el 2016 hizo lo propio con la sampheng bag tailandesa y un año más tarde con la mítica bolsa azul de Ikea.
Una bolsa de abuelas y presos
Fuera del mundillo, el bolso de Balenciaga ha causado un gran revuelo por la cantidad de parecidos razonables que le han sacado, empezando por el de esta tuitera a la que le recuerda al "bolso de ir a la playa de mi abuela", pero en la versión de casi 1.600 euros:
También han reconocido los tuiteros que se trata de la bolsa "que usaban los presos al salir de la cárcel", la que se empleaba para ir de picnic con la familia o directamente para ir a comprar al mercado. En todo caso, en Twitter se han despachado a gusto mofándose del complemento:
Si la bolsa tradicional está hecha de rafia, lo cierto es que la de Balenciaga emplea materiales de más calidad aunque también poco sostenibles. Explican en su web que se trata de "piel de becerro estampada y repujada" que incorpora dos asas superiores, dos correas desmontables, dos bolsillos interiores y el logotipo frontal de la marca.
Aunque otros diseñadores como Louis Vuitton, con Marc Jacobs como director creativo, ya había lanzado una versión de estas famosas bolsas en 2007, lo cierto es que parece que Balenciaga se lleva la palma a las creaciones más estrafalarias a base de versionar objetos cotidianos y con un valor muy inferior a los de la marca:
Finalmente, la conclusión de esta tuitera parece que recoge el sentir generalizado de la gente ajena al mundo de la moda en lo que se refiere a estas cuestiones:
En todo caso, seguro que Balenciaga vuelve a sorprendernos con algo más difícil todavía.