Alcalá de Henares amanecía este domingo con un cambio de nomenclatura en su callejero, aunque fuese únicamente de forma superficial y no oficial. Varias de las placas de la avenida Juan Carlos I que el municipio bautizó para homenajear al rey emérito han sido vandalizadas con pegatinas que renombraban la calle como "avenida del Prófugo", "avenida Mataelefantes", "avenida Abu Dhabi" y "avenida Cuentas en Suiza".
El incidente no había trascendido más que a nivel local, entre los vecinos que habían visto las nuevas placas que, presumiblemente, se habrían troleado en la noche del sábado; sin embargo, una denuncia de Vox provocó que los letreros se hiciesen virales en Twitter. En concreto, la delegación del partido de Santiago Abascal en Alcalá de Henares publicó un tuit al respecto el domingo 28 de noviembre a las 14:47 horas.
Aseguraban que así había amanecido la avenida Juan Carlos I y exigían "al Ayuntamiento y a la Policía Local la inmediata retirada de esas placas" que, puntualizaban, estaban situadas "en una arteria principal de la ciudad que lleva colapsada de coches varias semanas por unas obras mal planificadas". Junto al texto publicaban también cuatro fotografías de la señalética vandalizada que han suscitado unas 3.000 reacciones en la red social:
Las reacciones no se hicieron esperar y las respuestas al tuit de Vox suponen un troleo en sí mismas porque han sido muchos más los que han aplaudido la acción que alguien ejecutó con nocturnidad que los que han compartido la crítica del partido de ultraderecha. De hecho, incluso sus críticos les han dado las gracias para mofarse de ellos:
Y es que, como se puede leer en estos últimos tuits, Vox ha contribuido decisivamente a difundir la acción protesta pretendiendo todo lo contrario, en una suerte de carambola propiciada por el conocido como efecto Streisand. Es este un fenómeno que debe su denominación a la cantante y actriz, y da nombre al intento de censura o encubrimiento de un hecho o información contraproducente para el emisor que finalmente acaba siendo ampliamente divulgada y recibiendo más visibilidad de la que hubiera tenido sin la denuncia.
Vamos, que si Vox no hubiera denunciado públicamente el acto vandálico, ahora mismo ustedes no estarían leyendo esta información porque es probable que no hubiese trascendido más allá de los informativos locales de Alcalá de Henares. Eso sí, al menos han conseguido que la Policía retirase las pegatinas el mismo domingo y así se lo agradecían en este otro tuit:
Ni el Ayuntamiento ni la Policía Local del municipio han escrito ni una palabra de lo sucedido en sus cuentas de Twitter.