Sería interesante saber qué opinan los castellanoleoneses de esa especie de competición que mantienen mano a mano el Partido Popular y Vox para ver cuál de los dos es más rural, pisa más la tierra, está con más animales de ganado y viste más parecido al elenco de Bonanza para tratar de arañar votos en las elecciones que se celebrarán en la comunidad el próximo 13 de febrero. Lo cierto es que ambas formaciones están poniendo toda la carne en el asador, nunca mejor dicho.
Al recorrido de Casado de granja en granja le han salido duros competidores en Macarena Olona al más puro estilo Peaky Blinders y también en Rocío Monasterio, que ha mutado en experta en cetrería, como hemos visto estos días. Sin embargo, el líder del partido de ultraderecha no va a perder tampoco la oportunidad de seguir desplegando sus recursos campestres y estos días ha visitado a caballo la localidad vallisoletana de Nava del Rey.
De su visita hemos podido ver un vídeo que no tiene desperdicio. Santiago Abascal trota junto al candidato de Vox a los comicios, el burgalés Juan García-Gallardo, mientras explica que intentan "apoyar el modo de vida" de la gente del campo para "que España no se vacíe". Con ese objetivo, quiere "conocer desde el terreno qué es lo que quieren" y poder darle así "un futuro a la juventud", así como "reivindicar el derecho de Castilla y el derecho de León a sentirse involucrados".
Si el vídeo de por sí ha dado para algunas mofas en los comentarios de Twitter...
...el apoteósico final con Abascal tratando de pegar un trago de una bota, ha llamado poderosamente la atención de no pocos tuiteros, que se han dedicado a burlarse abiertamente de él:
No obstante, la crítica más repetida al de Vox tiene que ver con su estilo a la hora de coger la bota y beber de ella o, más bien, su falta de práctica:
Desde el área de enoturismo de La Rioja, explican en su blog que la bota ha de cogerse con las dos manos y poner el pitorro lo más cerca posible de la boca (al contrario de lo que hace Abascal), pero sin llegar a chuparlo. Una vez situado hay que apretarlo para que salga su contenido e ir alejándolo poco a poco de la cara manteniendo el chorro de vino apuntando a la boca. Lo más complicado es dejar de beber sin ponernos perdidos. Para eso, hay que acercar de nuevo la bota a la cara y dejar de presionar de golpe a la vez que la ponemos en horizontal. Por si acaso, aconsejan practicar primero con agua.