El siglo XXI tenía reservado un suplicio insospechado para los padres y las madres con hijos en edad escolar: los grupos de WhatsApp del colegio. No es la primera vez que hablamos en estas páginas de las surrealistas situaciones que se dan en ellos, del hartazgo de muchos integrantes que acaban siendo expulsados o yéndose ellos mismos. Sin embargo, no es tan común que una intervención haya sido capaz de dejar al resto de miembros sin palabras.
Lo ha conseguido una tuitera y su hazaña, que ha compartido en Twitter, se ha hecho viral con gran rapidez. Karvala, que así se hace llamar, asistía por enésima vez a una jornada reacciones en cascada. Ya saben, como cuando algún integrante o su retoño está de cumpleaños y uno a uno dan las felicidades o como, en este caso, cuando alguien ofrece una información o se encarga de una gestión y el resto se lo agradece puntualmente: "Gracias", "gracias", "gracias". Así hasta el infinito.
En este caso, Karvala, que vive en Álava, asistió a un festival de "eskerrik asko" hasta que su paciencia llegó a su fin e intervino: "Buenas, no querría yo crear bronca ni nada parecido, pero ¿qué os parecería si ya dejamos preestablecido que todos estamos muy agradecidos a cualquier cosa que consideréis oportuna compartir por aquí y no necesitamos 25 notificaciones exactamente iguales cada vez?".
La mamá borde
"Que el primero ya lo agradezca, lo sienta o dé ánimos en representación de todos los demás", concluyó la tuitera, que añadió un emoji para quitar algo de tensión al asunto. La única contestación que recibió fue otro revelador emoticono, poniendo los ojos en blanco, así que decidió sacar una captura y compartirlo diciendo que "ya me odian en el grupo de WhatsApp del cole". Su mensaje acumula más de 2.000 retuits y más de 21.000 'me gusta':
También ha provocado una oleada de comentarios, por encima del millar, aunque ha querido aclarar que ella no pretendía imponer su criterio sino ofrecer una sugerencia para hacer más llevadero el día a día en el grupo. También ha confesado que le ha costado tres años poner un mensaje como este, suponemos que por el miedo a quedar como la madre borde de la clase. Sin embargo, a juzgar por las respuestas, a más de uno le hubiese gustado tener su asertividad:
Eso sí, como estamos en Twitter, también ha habido gente que le ha afeado la frase:
Y la tuitera, pacientemente, ha explicado que era "solo una sugerencia, no obligo a nadie a nada y mucho menos censuro", aclarando además que "he dado mi opinión, pero me adaptaré a lo que haga el grupo".