Vivimos tiempos donde se debate mucho sobre lo políticamente correcto. O, como algunos lo llaman, la 'dictadura de la corrección política'. La discusión no es nueva. Umberto Eco ya reflexionó sobre el tema en Sobre lo políticamente correcto, un texto que se puede leer en A paso de cangrejo (Debate, 2007), recopilación de ensayos del pensador italiano entre el 2000 y el 2006. Pero no solo han tenido lugar estos debates en las publicaciones más sesudas. Twitter lo prueba con el último hilo viral en esta red social.
Se trata de un hilo de respuestas para 'ofendiditos' y 'haters', lo que nos introduce en dos nuevos términos relacionados con el debate de fondo. El primero, 'ofendiditos', fue protagonista de un destacado ensayo de la periodista Lucía Lijtmaer, donde explicaba que era un vocablo utilizado para criminalizar a quienes protestaban por una situación injusta.
El segundo, 'haters', haría referencia a las personas que se pasan el día y la vida esparciendo odio sobre los demás bajo el escudo del anonimato de las redes sociales. Personas, en ambos casos, que despiertan a su vez la indignación del común de los mortales en Twitter. De ahí que El Burro Friki, una cuenta sarcástica de la red social, haya decidido hacer un hilo con 13 posibles respuestas a todos ellos según el grado de 'hater' u 'ofendidito'.
Hay algunas respuestas muy llamativas porque sacan de contexto comentarios de personas que, a priori, poco tienen que ver con el mundo desenfadado de las redes sociales. Es el caso del profesor de la Universidad de Vigo y director de la Cátedra de Filosofía Cervantina de la Facultad de Filosofía de León (México) Jesús G. Maestro. "Esto es la mayor mierda que se puede leer y que se puede haber escrito porque no tiene ni puta idea de lo que está diciendo, pero ni puta idea", dice Maestro en el fragmento.
Otras, directamente, han sido memes tomando como referencia elementos populares. Por ejemplo, cuando ha utilizado la imagen de Angelina Jolie en su papel como Maléfica acompañada del siguiente texto: "En la vida hay tres clases de personas: los pocos que quiero, los que no soporto y los que por mí pueden irse despacito a la mierda".
Las redes, por supuesto, enseguida se han unido a la propuesta y han dejado sus más disparatadas respuestas a esos oportunos aguafiestas: